En Cuba todos sabemos de pelota o creemos saber. Producto de nuestra propia idiosincrasia salimos a defender nuestras teorías y estrategias con esa pasión caribeña que nos caracteriza y muchas veces no creemos en técnicos ni en especialistas a la hora de imponer nuestro criterio personal.

Sin dudas, dentro de la gran fanaticada al béisbol hay una sabiduría increíble, acumulada por años de experiencia en estos menesteres, pero es casi algo genético para nosotros no aceptar las derrotas como algo natural en el deporte y cuando esto sucede la emprendemos contra directores y atletas desde la distancia sin medir consecuencias y sin tener a mano la información precisa de lo que sucede dentro de un equipo de pelota.

El equipo Industriales, con la barrida que le propinó esta semana a los Tigres de Ciego de Ávila (único equipo con un balance histórico ganador contra los azules), ha ganado 11 de sus 15 salidas en un comienzo pocas veces visto que merece la ovación de todos sus fieles. Sin embargo, en varias ocasiones la dirección del conjunto ha sido blanco de críticas en las redes sociales por aficionados o fanáticos que creen tener la verdad en sus manos y no aceptan derrotas bajo ningún concepto.

«El debate siempre es bueno pero nosotros somos los que estamos aquí y sabemos las interioridades del equipo», le declaró el mentor Guillermo Carmona a Tribuna de la Habana.

«Somos un grupo de entrenadores que por supuesto nos vamos a dar cuenta de cosas que los aficionados desde lejos no pueden hacer. Les pido que sigan debatiendo, pero que respeten el criterio de nosotros que por algo estamos aquí», agregó el estratega.

El alto mando de los Leones ha tenido que lidiar con corrientes adversas desde los primeros días, sobre todo con el tema de los lesionados. La fanaticada pide cambios a veces imposibles, ya sea por estrategias a largo plazo, por enfermedades repentinas o por molestias físicas de los jugadores, y construye en su mente alineaciones posibles o pide sustituciones en momentos claves del juego que luego critica sin pudor cuando no se hacen y llega una derrota en el partido.

Pocos saben que “El torito” Barcelán estuvo fuera de juego unos días por una lesión en uno de sus gemelos, que Frank Herrera tenía fatiga en el bíceps de su brazo de lanzar, o desconocen que Dayron Blanco y Wilfredo Aroche estarán sin jugar hasta la próxima semana, o quizás más, en dependencia de los resultados de los ultrasonidos.

Son solo algunos ejemplos de cosas que pasan dentro de un equipo de pelota, sin mencionar temas psicológicos o problemas de otra índole. Dejemos que técnicos y especialistas hagan su trabajo que para eso están capacitados y apoyemos a los nuestros. Saludos.