Alomá, quien ya había disparado otro estacazo de vuelta completa en el cierre del tercer capítulo para poner delante en su momento a los azules, fue el verdugo cruel para los visitantes y el héroe aclamado por las multitudes capitalinas.
A Yander Guevara, sentado en las gradas del Latinoamericano, no le quedó más remedio que ver de lejos como esos Leones, amansados por él antes que llegara la lluvia salvadora, despedazaban a sus tigres delante de sus propios ojos y le borraban la segunda raya en igual cantidad de enfrentamientos.
El "Grand Slam" de Alomá sirvió para completar un ramillete de cinco anotaciones en la llamada entrada de la suerte, fiesta que comenzó el "torito" Barcelán cuando empuñando como emergente, remolcó la primera del episodio para los felinos azules.
Del resto se encargó " El cañón de Guanabacoa", retirando los dos últimos capítulos (permitió dos hits y regaló un boleto) para hacer temblar las tribunas vacías del Coloso del Cerro y mantener a su tropa en lo más alto de la tabla de posiciones.
Los visitantes pegaron un total de 15 imparables en el desafío por apenas 6 los anfitriones, pero este deporte se gana por carreras y la victoria se quedó en casa.