Un imparable de roletazo a la banda izquierda de Adriel Labrada en el final del noveno episodio, sirvió para que las Avispas de Santiago de Cuba dejaran tendidos en el terreno de juego a los azules de Industriales 4-3, en los predios del mítico estadio Guillermón Moncada.

Foto: Boris Luis Cabrera Acosta

No pudo el cerrador de lujo del equipo capitalino Andy Rodriguez detener el ímpetu de los orientales que supieron sacar la garra indómita en par de ocasiones cuando el partido lo mereció.

Dos veces Labrada le hizo la gracia a los serpentineros de Industriales en este duelo, un hombre que no había conseguido anotarse su primer hit de la campaña y en esta jornada de jueves se convirtió en el héroe indiscutido.

Con una desventaja mínima (1-0) llegaron las Avispas al final del séptimo capítulo y la emprendieron con el relevista Frank Herrera, quien no pudo continuar el gran trabajo inmaculado que hizo el abridor Eddy Abel García.

Doblete de Edilse Silva, una base por bolas a Ruden Sánchez y un cohete remolcador de Dennis Alá que empató el partido, hicieron estallar por los aires al muchacho del municipio habanero de Plaza de la Revolución y la escena quedó lista para que Labrada saliera de su slump ofensivo con imparable a las praderas que trajo a casa la ventaja momentánea, saludando sin respeto a Raymel Pérez.

Con el marcador 3-1, Guillermo Carmona no tuvo más remedio que traer a Andy para contener la ofensiva de sus rivales y rezar para que, con un zarpazo final, sus Leones trataran de al menos igualar las acciones a la hora de recoger los bates, y así sucedió.

Eriberto Rosales también movió sus piezas y llamó a su relevista “de salir”, un hombre que había intervenido en las tres victorias de sus huestes (dos éxitos y un salvado) y que responde al nombre de Yunior Tur.

Sin embargo, la tropa azul consiguió el empate después de un boleto a Correa, un doblete del “Torito” Barcelán y un hit de oro del emergente Wilfredo Aroche que hizo temblar la tierra en la capital.

Con la ventaja en tercera base y la clásica puntilla en primera, Joasán Guillén no quiso estudiar al relevista Yosmel Garcés y a su primer envío le conectó una rolata que sirvió para doble matanza y para apagar el fuego industrialista que amenazaba por expandirse por todo el campo de juego.

Así las cosas, los anfitriones no creyeron en el jugador más valioso de la pasada campaña para los Leones. Un doblete del emergente Luis Guzmán después de dos outs en la pizarra fue un mal presagio y Labrada dio la picada mortal con su segundo cohete de la tarde, para cerrar las cortinas del show y darle a su equipo la victoria en el partido y en la serie particular del llamado clásico de la pelota cubana.