Roberto Balado Méndez nació el 5 de febrero de 1969 en Jovellanos, Matanzas. En su segundo año de vida se traslada junto a su familia a la capital. Ya viviendo en La Lisa, "el gordito", como lo conocían, pasaba gran parte de su tiempo libre en el gimnasio que hoy lleva su nombre.

Con 1.80 de estatura y 94 kg de peso se destacó por su elegancia y desplazamientos, poseía una extraordinaria velocidad de manos y piernas, vista y gran sentido de la esquiva; prefería pelear en la corta distancia para sacar mayor provecho al poco alcance que tenía. Entre sus muchas virtudes sobresalía la inteligencia y el instinto de resolver lo previsto en la esquina.

Balado se esforzó mucho y a golpe de voluntad y trabajo diario logró reinar en los pesos pesados. De él dijo en una ocasión el experimentado entrenador de boxeo Alcides Sagarra: "marca muchos golpes" . De esta forma se apoderó en cinco ocasiones del torneo Playa Girón y fue campeón mundial juvenil en 1987 y del internacional Giraldo Córdova Cardín.

Otro de los triunfos archivados por este excelente boxeador fue en los Juegos Panamericanos Habana 91 y también resultó victorioso en el Centroamericano de Ponce, Puerto Rico, en  el año 1993. Ganó, además, en las Copas del Mundo de Moscú 89, Sidney 1991 y Tampere 1993, entre otros títulos.

El récord de este pugilista cubano es considerado entre los mejores, al archivar 238 victorias y solo 12 derrotas en 250 combates efectuados.

El 2 de julio de 1994 es un dia de mucho dolor para el pueblo cubano y en especial para el boxeo. Ese día, el también campeón olímpico de Barcelona 92 fallecía, víctima de un accidente automovilístico, cuando solo contaba con 25 años de edad y ya se había convertido en un ídolo sobre el ring.

Cada año, el deporte revolucionario cubano rinde merecido homenaje y reconocimiento a su disciplina, modestia y amor por el deporte. Roberto Balado es un ejemplo para los jóvenes atletas que aspiran ser como él, pues dejó de existir un grande entre los grandes pero él seguirá siendo "él rey".