Los trabajadores del Deporte en La Habana velan por el cumplimiento de las medidas higiénicas y sanitarias dictadas por el Ministerio de Salud Pública, ante la COVID-19, mientras desde otros frentes participan en la reconstrucción y mantenimiento de áreas e instalaciones deportivas, apoyan diversas actividades en centros de aislamiento, se suman a labores de la agricultura, además de atender a los atletas, colaboradores, familiares, sin descuidar las escuelas de iniciación y formación y al Instituto de Medicina Deportiva.
Sobre el amplio espectro de utilidad asumido por quienes integran el gran ejército del deporte revolucionario cubano, conversó Tribuna de La Habana con una de sus protagonistas, la experimentada Olga Lidia Zaldívar Lacerda. Con más de 30 años en el sector de Educación, es la metodóloga de Relación y Comunicación de la dirección provincial de Deportes.
“Con mucha satisfacción me incorporé a las tareas asignadas, junto a profesores de Deporte, Cultura Física y Recreación, en el embellecimiento de áreas del combinado deportivo Emilio Núñez. Luego, me vinculé a los comedores del Sistema de Atención a la Familia (SAF) de las comunidades Jesús María y Tallapiedra en el municipio de La Habana Vieja, así como a la atención de ancianos asistenciados de diferentes consejos populares, llevándoles los alimentos que necesitaban y estableciendo los controles necesarios para que todo llegue con la calidad requerida” comentó esta mujer convencida de que sin importar el sector de procedencia, el lugar de cada habanero ahora está ahí donde es más útil.