Declaraciones hechas por Yordanis Samón esta semana en el marco de la preparación del equipo Cuba para el torneo preolímpico de Arizona, han inquietado a muchos aficionados capitalinos.
“Todavía estoy con los azules. Pienso que las autoridades de La Habana deben preocuparse más por sus atletas. En mi caso llevo mucho tiempo lejos de mi familia y creo que es la hora de estar con ellos. No tengo pensado ir para otra provincia, pero si me dieran mejores atenciones que aquí, entonces sí me iría”-le confesó al colega Guillermo Rodríguez de Radio Rebelde.
Sus palabras, además de controvertidas, dejan al descubierto un problema que está afectando a la Serie Nacional desde hace varias temporadas y le está restando seriedad a nuestro espectáculo por excelencia: el traspaso de peloteros.
Más allá de la necesidad individual de cada jugador, sus aspiraciones personales y de su lógica preocupación por mejorar su nivel de vida, una liga que se respete no puede permitir ese libertinaje de traslados sin justificaciones de peso, a capricho de un atleta motivado por ciertas regalías o tentaciones provenientes de otros territorios.
Los peloteros deben regirse por un contrato bajo el cual se vean obligados a cumplir ciertas normas y a brindar sus servicios a una provincia por el tiempo acordado. Urge legalizar estas cosas, así como las posibles permutas o canjes donde equipos involucrados obtengan beneficios.
Algunos pensarán: “el pelotero tiene el derecho de jugar con quien desee; cada uno es libre dentro de su propio país de escoger el equipo donde se sienta mejor”, pero esto no haría más que generar caos y desorganización y afectaría el equilibrio de nuestro campeonato donde las provincias con más bajos recursos o menos disponibilidad y capacidad de acción en ese sentido, estarían en desventaja, creando un desbalance de calidad a corto plazo que afectaría nuestro mayor espectáculo.
Nuestra liga es diferente a otras en el resto del mundo, los equipos provinciales se nutren de peloteros nacidos en su territorio y en torno a eso se hacen inversiones desde edades tempranas creando una pirámide deportiva. Siempre fue criticable el robo de peloteros a otras escalas y esto que está sucediendo en nuestra serie no se puede llamar con otro nombre.
Por otro lado, ¿Dónde queda el amor a la camiseta, a ese equipo donde estaban los héroes que esos peloteros defendían desde niño? ¿Qué hay del terruño, del orgullo provincial, de esas motivaciones que los inclinaron a coger un bate en la mano y lanzar una pelota?
Conocemos casos especiales donde el atleta no es valorado por su provincia de origen, donde apenas tiene espacio para desarrollar sus potencialidades o es obligado a emigrar por motivos de fuerza mayor, pero esos quedan fuera de este comentario.
Samón nunca debió haber abandonado su provincia natal, como lo han hecho muchos otros. No es más que una víctima de todo esto. Rectifiquemos. Nos vemos en el estadio.
Considero que: 1. Hay que empezar a considerar al atleta,la familia y sus inquietudes,entre estas,una vivienda. 2. Creo que aunque las provincias formen atletas, es un trabajo y como tal,y como establece el código de trabajo,éste es libre de hacerlo donde considere conveniente. 3. Para retener a los mismos,creemosle condiciones propicias que lo estabilicen y decida por su provincia
Buenas tardes. Boris, muchas gracias por su artículo, escuché las declaraciones de Samón y me dejaron mucho que desear, y un deseo enorme de poder exponer mi criterio abiertamente. El reclamo de Samón, sea cual sea la situación que tenga, está fuera de lugar. Si yo tuviera que decidir sobre la atención que él está reclamando en La Habana, lo mando para su provincia, y que sea allá donde le garanticen casa, porque es a ellos a quienes les corresponde, ya que si él actualmente está lejos de su familia, fue su decisión, pues fue él quien quiso venir para Matanzas y luego para La Habana. A Samón se le olvidó que mientras jugaba por su provincia, donde bateaba muchísimo, nunca hizo equipo Cuba, ¿por qué será?, ahora me pregunto, ¿era culpa de Martí que no lo llevaba o es que Samón es un malcriado?. Por favor, alguien que converse con ese muchacho y le haga entender que ese no es el modo, ni el lugar para realizar esas exigencias. Yo lo quiero en mi equipo siempre, pera malacrianzas, no. Las autoridades deportivas y de todo tipo de La Habana deben ser exquisitos, preocuparse y ocuparse, con la atención a sus ateltas, sean del deporte que sean. De igual modo deben eliminar el igualitarismo, y dar más a quien más aporta, pero eso deben hacerlo con todos, y priorizar a los de aqui, de La Habana, justamente para que no les suceda lo que a Samón, que viene a exigir aquí lo que no le dieron en su provincia natal. ¿Tienen idea de cuántos atletas capitalinos están esperando atención?. Al final Samón es de Cuba, y cuando haga equipo Cuba nos representará dignamente y dará lo mejor de él, así que, si esa es su posición y condición para seguir con Industriales, que vaya para la casa que le den en la cochinchina, aquí seguiremos esperando por que salgan otros Marquettis, Chávez, Medinas, Capiros, Malletas, Vargas, etc. Saludos.
EL PROBLEMA ES QUE EL SE FUE DE GRANMA NO SE LAS CAUSAS PERO SIGUIO A VICTOR MESA EN MATANZAS Y DESPUES SE FUE DE NUEVO CON EL PARA INDUSTRIALES .NO SE SI DECIDIO QUEDARSE EN LA HABANA PORQUE NO PERMUTO SU VIVIENDA PARA ESTA PROVINCIA
Estoy de acuerdo con la implementación de un contrato entre los atletas y las organizaciones pero me molesta que le vayan arriba a Samón . Cuando desgurrielaron a St. Spíritus, NADIE se rasgó las vestiduras
No es menos cierto lo referido en esta noticia, pero hay otra realidad que se debe considerar y es el hecho, que en ocasiones una provincia tiene a varios atletas con iguales rendimiento y los mismo no pueden desempeñarse del todo afectandose su desarrollo y la posibilidad de llegar a la preselección o hacer equipo Cuba; y por otro lado provincias que en la misma posicion, en que estos se desempeñan, cuentan con atletas con resultados muy por debajo que ellos, qué hacer?, a mí criterio deben buscar ese espacio y no debemos cuestionarlo, Cuba es un sola y la calidad de los evento se verán favoreció por este concepto con mayor calidad. Precisamente es lo que ocurre con la final de nuestra serie nacional. Casos similares se aprecian en los eventos provinciales, por lo que no podemos vetar a ningún atleta.