Ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, sino de la felicidad.
José Martí
El joven habanero de 21 años Juan Castillo Estévez, del municipio de Playa, fue seleccionado como el atleta con discapacidad (natación) más destacado en 2019. Su relevante actuación en el Mundial Circuito Abierto celebrado en Brasil en evento Mariposa categoría S 10 y la presea plateada obtenida en los VI Juegos Parapanamericanos de Lima, avalan tal condición.
Castillo se incorporó a la natación a los siete años y como atleta convencional acumuló más de 50 medallas. En 2003, al regresar a Cuba después de participar en la competencia de la Confederación Centroamericana y del Caribe en Costa Rica, la vida le jugaría una mala pasada con la aparición de la enfermedad neurológica Síndrome de Guillain Barré. El padecimiento afectó sus miembros inferiores, dejándolo sin locomoción durante algunos años. Sin embargo, su amor por el deporte no se detuvo; con sacrificio y voluntad logró recuperarse, aunque aún tiene dificultades para caminar.

A partir de ese momento, comenzó una nueva carrera junto al movimiento paralímpico cubano impulsado por la Revolución y con él presentó excelentes actuaciones. Implantó récord en 100 metros mariposa, en Dakota del Norte, Estados Unidos, y llegó a posicionarse en el primer lugar del ranking de las Américas; entre eventos nacionales e internacionales ya atesora más de diez medallas.
Al respecto, opina: “Me siento contento pues en varias oportunidades he sido seleccionado mejor atleta discapacitado de la capital. Agradezco a mis familiares por su apoyo en tantos momentos difíciles, a los entrenadores, médicos, profesores, a toda la familia de la natación por sus enseñanzas, al pueblo cubano que siempre me acompaña y sigue en esta tarea de sacrificio y voluntad.
“En Lima entregué a mi Patria una medalla de plata que pone de manifiesto el esfuerzo que debí realizar, pues en apenas cuatro meses fue elevada mi clasificación a la categoría S 10, este cambio significó perder la medalla de oro en la categoría S 9 donde siempre competí y que tanto añoré, así como la clasificación a las Paraolimpiadas Tokio 2020. Esto pone de manifiesto el injusto mecanismo de clasificación médica del Comité Paralímpico Internacional. No descansaré hasta lograr mi nueva revisión y categorización, amparado en los argumentos que sustentan mi condición de nadador en la categoría S 9 y cumplir mi gran sueño de participar en la cita de los cinco aros Tokio. Le voy a meter con ganas, con disciplina, abnegación, daré lo mejor de mí en cada entrenamiento, traeré para mi Patria una merecida medalla”.
Conversador, modesto, pero firme en sus planteamientos y propósitos, Juan Castillo no se derrumba.