Múltiples han sido las acciones que, con motivo de los 500 años de fundada La Habana, ha desarrollado por estos días el movimiento deportivo en la capital. Cualquiera hubiese podido pensar que tras concluir la carrera de Marabana, y el festival deportivo recreativo realizados el 10 de noviembre, los hombres y mujeres del deporte capitalino habían cerrado con broche de oro.
Sin embargo, el medio milenio de creada la Villa de San Cristóbal de La Habana, constituyó motivo más que suficiente para que este 19 de noviembre, la Plaza Vieja, en el municipio de La Habana Vieja, viviese las festividades del acto provincial por el Día de la Cultura Física y el Deporte.

El acto, que estuvo organizado por la Dirección Municipal de Deportes y la Dirección Provincial de La Habana, contó entre los presentes con la asistencia de José Martínez Cedeño, director provincial de Deportes, así como otros directivos del sector en la provincia y el municipio, dirigentes de las organizaciones políticas y de masas, metodólogos, glorias deportivas y otros invitados.
Ubicada a pocas cuadras del Templete, sitio donde surgió hace 500 años la capital de todos los cubanos, la Plaza Vieja sumó, a sus fachadas coloniales, al vuelo de las palomas, y al constante ir y venir de turistas y cubanos, el encanto de un colorido espectáculo deportivo-cultural.
En la cita, se pudieron apreciar composiciones de tablas gimnásticas, unas realizadas por niños, otras por adultos mayores. Las demostraciones de Tai Chi, por parte de personas de la tercera edad, al igual que la de rumba, por niños de secundaria, levantaron los aplausos de los allí presente.

Durante la celebración, se realizó una demostración de los distintos deportes que se practican en el territorio, se entregaron reconocimientos a trabajadores y centros destacados, así como a los deportes de atletismo, baloncesto, balonmano, beisbol, fútbol, gimnasia rítmica, judo, natación, Tae Wondo.
La gala, hecha al aire libre, permitió a los asistentes disfrutar del acto al mismo tiempo que les dio la posibilidad de sentirse cerca de sus protagonistas, logrando con ello esa complicidad que no se logra en un teatro. Al mismo tiempo, puso de relieve lo mejor del deporte en la capital, la belleza de esta urbe que ya cuenta con medio milenio de existencia, y la calidad humana de sus habitantes, quienes mostraron la educación y la cultura que caracteriza a los cubanos.