Desde que vio la luz nuestra anterior edición impresa —el domingo 4 de agosto— varias han sido las medallas que aportaron los atletas habaneros a la causa de Cuba en los XVIII Juegos Panamericanos Lima 2019.

Ya en los primeros días de competencia la huella de los deportistas giraldillos había quedado plasmada en el podio con la presea dorada ganada por Jorge Félix Álvarez en la prueba de pistola tiro rápido a 25 metros; las de plata de Luis Manuel Lauret, en levantamiento de pesas; y de Leydi Laura Moya y José Ricardo Figueroa en el relevo mixto del pentatlón; entre otras. No obstante, aún faltaban por salir a los escenarios deportivos la mayoría de nuestros mejores representantes.

Y desde aquella misma jornada dominical, poco a poco, fue creciendo la cosecha, pues en el equipo nacional de voleibol masculino —ganador del metal plateado— contribuyeron a alcanzar ese resultado Yonder R. García y Lyvan Taboada, ambos del Cerro, además del guanabacoense Javier O. Concepción.

Un día después, el lunes, la jovencita de Arroyo Naranjo, Melissa M. Kindelán, integró el quinteto cubano que consiguió la medalla de bronce en la gimnasia rítmica, específicamente en la modalidad de conjunto (tres aros y dos pares de mazas).

Dos días después, el miércoles, llegaron los bronces del gladiador —también de Arroyo Naranjo— Luis A. Orta, en la lucha greco (60 kg), y de Harold Rodríguez, de Playa, en la esgrima (sable).

El jueves el podio de premiaciones tuvo más inquilinos nacidos en la mayor urbe de Cuba. Prueba de ello fueron las preseas de plata ganadas por Yusneylis Guzmán, de Diez de Octubre, en la lucha libre (50 kg); la de Boris L. Guerra, de San Miguel del Padrón, quien unió esfuerzos con el cienfueguero Adrián Oquendo en la final de la prueba de doble par remos cortos; y la del liseño Reidy Cardona, que junto al granmense Eduardo González, el pinareño Carlos Ajete y el cienfueguero Jesús A. Rodríguez resultaron subcampeones en la justa de cuatro remos.

En esa fecha también hizo estancia en el podio la sanmiguelina Nahomys C. Acosta, cuyo bronce en el judo (52 kg) —a sus 18 años— da argumentos sólidos para augurarle éxitos en futuros certámenes.

El viernes las noticias fueron aún más halagüeñas. El oro ganado por Luis Enrique Zayas, de La Habana del Este, en el salto de altura (2,30 m) fue una de esas sorpresas que llenan de alegría a la afición, mucho más porque ya no son muy comunes. Ese día también llegó un oro más esperado: el del estelar Alejandro Valdés, de Playa, que se impuso a todos sus rivales con relativa facilidad en la lucha libre (65 kg).

Por su parte, el judoca Oniel Solís, de Centro Habana, hizo suyo el metal bronceado en la división de 66 kg; e igual resultado consiguieron Jorge F. Patterson, de Playa; Reidy Cardona, de La Lisa; y Boris L. Guerra, de San Miguel, quienes se sumaron al cienfueguero Adrián Oquendo en la lid de cuatro pares de remos cortos.

Este sábado, el remero Ennier Tamayo, de La Lisa, fue tripulante de la embarcación que se adjudicó bronce en la modalidad de cuatro remos peso ligero (4-MPL). Además, comenzaban su quehacer los luchadores de estilo libre Reineris Salas (97 kg) y Oscar Pino (125 kg), la judoca Onix Cortés (70 kg), la karateca Baurelys Torres (55 kg) y el triplista Jorda Díaz, entre otros… todos dispuestos a dar por La Habana —y por Cuba— lo más grande.