Foto: Joyme Cuan

Amante de los entrenamientos, la adrenalina y las competencias, y sobre todo, de ganar, Claudia Gurri Naranjo es una “verdadera” sirena. Esa devoción por el agua le llevó a bañarse de oro en las piscinas de la 55 edición de los Juegos Escolares, en la categoría 11-12 años.

Quien la ve, difícilmente creería que esta muchacha, de complexión delgada, cabello largo y rostro soñador, domine los cuatro estilos de la natación, al punto de obtener, al menos, una corona en cada uno de ellos.

Sin embargo, la realidad es que la muchachita del municipio de Playa logró conquistar coronas en los cuatro estilos de la natación, además de la prueba combinada. Ella se convirtió en la más rápida de todas las nadadoras de su categoría en el estilo libre, con cuatro preseas (50, 100, 200 y 400 metros); en mariposa con dos cetros (50 y 100 metros); espalda, (50 y 100 metros); pecho (50) y, además, se coronó en los 200 metros combinados.

Más, no solo se trata de los metales dorados conseguidos por Claudia, pues la joven confesó que consiguió mejorar los tiempos con respecto a la Copa Marcelo Salado, que fue la anterior competencia en que participó. Todo ello tiene, claro está, mucho que ver con el vínculo entre ella y su entrenadora, de quien dice: “Me llevo muy bien. El entrenamiento es fuerte, y en estos momentos estoy optando por entrar en la Escuela Nacional en el curso escolar que inicia en septiembre. Ahí espero poder desarrollarme más en la natación”.

Para alcanzar las metas que hoy Claudia exhibe, han sido necesarios seis años de intenso trabajo, desde que incursionó en esta disciplina deportiva, en primer grado, hasta estos momentos en que entrena en el Complejo de Piscinas Baraguá, sitio donde, comenta: “me siento cómoda. Hay buenas condiciones con respecto a otras piscinas de La Habana”.

Pero lo conseguido, no ha sido únicamente mérito de ella y su entrenadora. La mayor y más cercana influencia de esta nueva sirena cubana son su mamá, que siempre quiso fuese nadadora, y su hermano, quien ya lo era cuando ella empezó a dar las primeras brazadas en las piscinas del Marcelo Salado, lugar donde siempre estaba. Solo el tiempo y la constancia podrán decir si algún día logrará sus sueños de ser tan grande.