Desde el mismo momento que la Comisión Nacional anunció la fecha para dar a conocer la preselección del equipo Cuba y su cuerpo técnico, los aficionados de todo el país comenzaron a buscar las cualidades necesarias que debía tener un director para asumir tan importante cargo.
Varios nombres fueron cayendo como hojas de otoño del altar de las opciones ante la avalancha de exigencias y características solicitadas. Aun con parches mentales y remiendos urgentes, las figuras que emergían se convertían en imágenes confusas, en nebulosas indescifrables que no convencían a técnicos y aficionados.
La imperiosa necesidad de alcanzar un boleto olímpico o de lograr una actuación decorosa en la fiesta panamericana de Lima, se convertían en vientos huracanados que hacían desvanecer propuestas y resoluciones.
Se buscaba a alguien con carácter y criterio propio que hiciera valer su opinión en medio de tormentas y que tuviera la dignidad de asumir consecuencias por sus actos. Alguien que no le temiera a la hoguera eterna donde siempre terminan incinerados los directores de equipos.
Era necesaria, además, una figura que defendiera a muerte su pequeño terruño como insoslayable ensayo para darlo todo por la patria grande. Con vergüenza y honor, que llevara siempre encendida la ética como una lámpara de inagotable aceite. Un hombre en toda la extensión de la palabra que no aceptara imposiciones ni debilidades.
Bajo una premura y un silencio desesperante se buscó en las páginas de la historia, en la grama de los terrenos, y en la boca siempre inquieta de los aficionados a alguien que tuviera también experiencia y prestigio, con el alma limpia, la mente abierta, y la sangre hirviendo.
Un director que supiera aglutinar y que defendiera con los dientes las familias que construía a su paso con su sacrificio, que tuviera un sentido extra y un ángel ganador que lo acompañara a todas partes. Alguien que comprendiera el sentido de la amistad, que supiera el significado de la fidelidad y la entrega desmedida.
Fue así, en medio de los inviernos que aun enfrían nuestro pasatiempo más querido, entre las dudas y las resignaciones, que el humo blanco salió esta semana por la chimenea del estadio Latinoamericano demostrando el concilio y la aceptación por parte de las grandes multitudes.
No fue necesario diseñar un animal mitológico ni revivir cuerpos inertes para armar por pedazos a un clásico de la literatura universal. Ahí estaba Rey Vicente Anglada, tranquilo y sereno, listo para asumir el mando del equipo nacional para beneplácito de la mayoría de nosotros, los que amamos el béisbol por encima de pasiones provinciales y estériles chovinismos. Nos vemos en el estadio.
Aunque industrialista pero fanáticos al equipo de las cuatro letras y la estrella solitaria contento con la designación de Rey yo como muchos más q nos quedamos con deseo de verlo en los terrenos muchos años más como jugador brillar como una estrella y ser un jugador de 5 herramientas porque no disfrutarlo como director y profesor de nuestra selección nacional ya q cuando lo ha hecho ha Sido con mucha disciplina, enseñanza,responsabilidad y resultados felicidades Rey León q nosotros sabemos w nos vas a representar dignamente
Considero correcta la designacion de Anglada pero, inecesario e hiriente para Pared, Roger etc. el comentario: Se buscaba a alguien con carácter y criterio propio que hiciera valer su opinión en medio de tormentas y que tuviera la dignidad de asumir consecuencias por sus actos.
¡! ANGLADA,…LA MEJOR OPCION ¡! -1- Con optimismo profundo y para bien del béisbol Anglada,… es el director dejando claro y rotundo no alejarse un segundo de sus “Leones” valiosos que lo tendrán vigoroso otra vez de timonel en busca del “Oro” fiel como regalo glorioso. -2- A esos “500” fervoroso de fraternidad y alegría a La Habana,.. le daría otro año victorioso junto al despegue ansioso del equipo nacional pues “ Lima ” es la principal y más difícil tarea como el “Premier” de Korea de fama internacional. -3- A la afición,… recordar no es un mago ni erudito sus criterios,.. repito se le deben escuchar posee un colectivo estelar de experiencia y devoción “glorias” que en la ocasión a la hora de elegir fueron justos al decidir: ¡! Anglada,… la mejor opción ¡! ---000--- EL POETA YUMURINO 19 de Marzo de 2019
Boris, he seguido la mayoría de sus comentarios desde que asumió la página deportiva en Cubadebate, ea cierto que este periódico es provincial y cambia en algo la óptica, pero no debe cambiar la objetividad. Cuando se hizo pública la designación de Anglada muchos aficionados consideramos certera su elección por algunas de las cualidades de él que Ud resalta, pero no es el único que las posea, en mi opinión Alfonso Urquiola igual le sobran méritos, pero lamentablemente tiene el precedente de la entrevista con Michel Contreras, anterior comentarista precisamente de Cubadebate, Urquiola tiene resultados más cercanos a los de Anglada, igual tomó en dos ocasiones un equipo Pinar de Río que tuvo que armar y ganó, fue a la Serie del Caribe y ganó, estuvo también en Panamá y tuvo buenos resultados, etc, que es valiente, ama al béisbol y sobre todo es irreverente eso nadie lo duda. Es Anglada, le reconocemos sus cualidades, también pudo ser Urquiola, o tal vez Jorge Fuentes, de.quien lo último que vi fue en una entrevista con Joge Ebro en Miami, no se si también está residiendo allá, de no ser así su ayuda en el grupo técnico no estaría de más, como tampoco otros muchos.
Además de ser un excelente pelotero, es una persona preparado, que sabe aglutinar el equipo y con unas excelentes relaciones humanas, me alegro por el equipo cuba