Un total de 452 andarines se inscribieron entre lunes y viernes en las oficinas del Proyecto Marabana-Maracuba para tomar parte en la Carrera Cacahual-Ciudad Deportiva, evento que tuvo lugar en la mañana de este sábado. Los andarines llegaron a la arrancada motivados por el aniversario 500 de La Habana y como muestra de respaldo a la Constitución que será sometida a plebiscito el próximo 24 de febrero.

Los poco más de 21 kilómetros del trayecto pusieron a prueba a esos hombres y mujeres, verdaderos colosos de hierro acostumbrados a despertar mucho antes que el astro Rey para tomar parte en ese tipo de justas. Sin embargo, los meses de intensa preparación y la voluntad de llegar les sirvieron para vencer el trayecto.
Desde el mismo momento de la salida, a las 7:00 a.m., algunos tomaron la punta en franco intento por llegar primeros a la meta. Otros equivocaron el paso, al tratar de seguirles el ritmo, y terminaron pagándolo caro, mientras la gran mayoría se ajustó a su plan pre competencia.

Al final del trayecto, los atletas contaron con agua y hielo para refrescar, además de la asistencia de los trabajadores de la cruz roja, quienes no solo atendieron a los corredores que llegaban en malas condiciones, sino a todos los que solicitaron sus servicios, lo cual quedó registrado por el lente de nuestro fotorreportero Joyme Cuan.

Los vencedores generales de esta edición fueron: Hormelys Isac Pichado Donatien; José Antonio Prieto Muñoz, ambos de La Habana, Ernest Bongani Mkaloba, del ITM, ocupantes del primero al tercer lugar, por ese mismo orden entre los hombres. Entre las damas la primera en llegar a la meta fue Liuris Marta Figueredo Sánchez, de Mayabeque, seguido por Misleidis Vargas Hernández, también de Mayabeque, y por Muanyiswa Sisipho, del ITM, dueña de la tercera posición por las damas.
Más, no solo fueron ellos los ganadores, pues cada uno de los que lograron arribar a la meta por sus propios pies merece el reconocimiento a la constancia, aun cuando lo hayan hecho caminando, y a pesar de que en su pecho no brille una medalla.

Cada zancada que este sábado dieron esos andarines, fue un Sí en favor de la Constitución de la República de Cuba, y un reconocimiento a los 500 años de existencia de La Habana —una ciudad de “columnas y columnatas”, de “sábanas blancas colgando en los balcones”—, y a los miles de personas que han unido esfuerzos para lograr que la capital se recupere, lo antes posible, de los daños provocados por el tornado del 27 de enero del presente año.