Debo confesar que esta singular terapia me la ha recomendado mucho una gran amiga, porque además ella la práctica, y aunque debemos hacerlo con precaución, se puede incursionar en esa modalidad que según los reportes aporta resultados excelentes.
También llamado grounding o earthing no es una moda hippie, es una práctica ancestral que ahora la Ciencia moderna empieza a respaldar.

En lo esencial, se basa en conectar tu cuerpo con la carga eléctrica natural de la tierra, y eso tiene efectos fisiológicos reales.

¿Cómo funciona?

Ya sabemos que la Tierra tiene una carga negativa sutil constante. Cuando estás descalzo sobre pasto, arena o tierra húmeda, tu cuerpo absorbe electrones libres.
Estos electrones son antioxidantes naturales que neutralizan los radicales libres y reducen la inflamación.

¿Qué nos dice la Ciencia sobre esto?

Estudios publicados han mostrado que el grounding:

* Reduce los niveles de cortisol (hormona del estrés)

* Mejora el sueño profundo y reparador

* Disminuye el dolor crónico y la inflamación sistémica

* Mejora la variabilidad de la frecuencia cardíaca (marcador de salud cardiovascular)

* Favorece la recuperación muscular post ejercicio

Por otra parte se ha demostrado que modula la actividad del sistema nervioso autónomo, equilibrando el simpático (estrés) y el parasimpático (relajación).

Con solo caminar descalzo 20-30 minutos diarios sobre tierra o pasto, puedes obtener beneficios inmunológicos, antiinflamatorios y neurológicos.

Probemos pues a realizarlo en resumen es gratis, natural y sí, tiene respaldo científico.

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