Cómo y hasta qué punto afectan los tatuajes a la sudoración, un elemento clave para mantener la temperatura del cuerpo humano ha sido determinado por un grupo de fisiólogos de EE.UU.
En el experimento participaron diez personas –5 hombres y 5 mujeres– que tenían tatuados al menos 5,6 centímetros cuadrados de piel en el hombro o el brazo. Los científicos diseñaron un traje especial con tubos de agua para calentar el cuerpo y estimular la secreción de sudor, que fue dotado de varios dispositivos para medir la temperatura del organismo y la intensidad de la sudoración.
Una de las hipótesis que pusieron a prueba los expertos fue comprobar si el tatuaje ralentizaba la reacción del segmento del cuerpo ante el calentamiento, pero esta no pudo ser confirmada. Así, la piel respondía al exceso de calor igual de rápido en las zonas cubiertas con algún tatuaje que en aquellas que estaban libres de pigmento.
En opinión de los investigadores, este es un indicio de que los receptores térmicos y los nervios quedan intactos durante el proceso de tatuaje.
Al mismo tiempo, concluyeron que la piel tatuada producía menos sudor que los tramos adyacentes, y el sudor emanado de las regiones con pigmento era más salado.
Esto se debe a la aplicación de la tinta con agujas que dañan las glándulas sudoríparas, las cuales se cuentan por cientos en cada centímetro cuadrado de la piel, según el artículo del equipo, publicado en Journal of Applied Physiology,
Los científicos estimaron que la alteración de la sudoración es un hecho probado y "podría considerarse un posible efecto secundario clínico a largo plazo de los tatuajes".
Cuanto más extensos sean los tatuajes, más se atenúa el efecto termorregulador de la sudoración. Por este motivo, advierten los investigadores, las personas propensas a adornar gran parte de su cuerpo con tatuajes deberían tener en cuenta este peligro.
La acumulación de pigmentos como hollín y óxidos metálicos en el sistema linfático implica también el riesgo de otra clase de inflamaciones. Como indica otro reciente estudio “las nanopartículas metálicas de las agujas para tatuar y el propio pigmento que se utiliza se trasladan a los ganglios linfáticos y pueden provocar alergias”.

Fuente: Russia Today

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