Sabemos que no es nada sexy topar con un par de bultos de algodón o lana en los pies, pero al meternos en la cama, nuestra temperatura corporal baja de 1 a 2 grados y las medias la aumentan, ya que actúan como termorreguladores. Dilatan los vasos sanguíneos, sensación que es interpretada por el cerebro como una señal que nos indica que es el momento de dormirnos. Por tanto, es un hábito bueno para la salud, especialmente, en invierno. Los pies son la parte del cuerpo por la que peor circula la sangre, así que se enfrían más rápidamente, sobre todo, cuando no los tenemos en movimiento.
Por eso, dormir con medias ayuda a mantener nuestra temperatura corporal; eso sí, deben ser unas que no aprieten, para no interrumpir el riego sanguíneo en los miembros inferiores. Algunos estudios apuntan que las personas que duermen con medias se despiertan en menos ocasiones por la noche. Nunca optar por los térmicos, ya que sobrecalentarán los pies, ni por unas medias que sean demasiado apretadas. Esto puede acarrear problemas de circulación, así que elígelos de algodón y con la goma suave.
No obstante, el dormir con o sin ellas, depende en realidad de "la capacidad de cada persona de regular su temperatura (corporal) y de su sensibilidad al frío". En fin, lo importante es dormir a la temperatura en la que cada uno esté más cómodo.

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Gran consejo, Clara. Lo tendré en cuenta! Gracias!