Las personas con mejores resultados en pruebas y que poseen mayor rapidez y eficacia para resolver problemas demuestran una menor actividad en la parte cerebral encargada del pensamiento. Esto pudiera ser porque el cerebro de los inteligentes gasta menos energía pues tiene más conexiones neuronales y mayor integración entre ellas, que el de aquellos con menores coeficientes.

Fuentes: Ecured, Mejor con salud y RussiaToday