Neurólogos de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón, EE. UU., han descubierto que una corta tanda de ejercicios físicos mejora también las funciones del cerebro, tales como la capacidad de aprendizaje y la memoria.
Los científicos diseñaron un estudio que midió específicamente la respuesta del cerebro a episodios de ejercicio en ratones sedentarios. Los roedores corrieron unos pocos kilómetros en dos horas. Los expertos observaron que las ráfagas de ejercicios, equivalentes en humanos a 4 000 pasos diarios, mejoraba el trabajo de un gen que ayuda a establecer conexiones entre las neuronas en el hipocampo, la región del cerebro que se asocia con la formación de la memoria.
“El ejercicio es barato y no necesariamente tienes que correr 16 kilómetros por día”, dijo el autor principal del estudio, Gary Westbrook.