El uso continuado de teléfonos inteligentes está provocando un cambio en la estructura ósea del cráneo humano, afirman investigadores australianos.

Se trata de un hueso en forma de pico, llamado protuberancia occipital externa, que aparece en la parte posterior de la cabeza, un poco por encima el cuello. Este puede sentirse al tacto y a veces, incluso, resultar visible en personas calvas. David Shahar, de la Universidad de SunshineCoast (Australia) afirma que este proceso es probablemente irreversible y que este 'cuerno' seguirá creciendo en el futuro. "Imagínese si usted tuviera estalactitas y estalagmitas, si nadie las molesta, solo seguirán creciendo".