
Una telaraña es una estructura construida a partir de la seda de araña que biosintetizan y secretan a través de sus glándulas de hilado en la parte posterior del abdomen y que les permite atrapar a su presa sin gastar energía cazándola.
La experiencia en los animales también avala aquello de “más sabe por vieja que por…”, y es que las arañas veteranas tejen mejor que las jóvenes.
Las más añejas de las especies que fabrican telarañas redondas las construyen en círculos más centrados y mucho más tupidos que las novatas, que solo se atreven con dibujos simétricos y equilibrados pues así bajan más rápidamente desde el centro para saltar encima del botín.

Otras audaces tejedoras agregan a la red una llamativa obra en forma de cruz, astuta táctica de ingeniería para proteger los daños severos.
Los deterioros de las telas son costosos para las arañas pues tienen que invertir gran cantidad de recursos nutricionales para la reconstrucción, es por eso, que agregar la cruz de seda minimiza los estragos de un modo menos caro.
Este amparo solo lo aplican cuando es imprescindible, ya que la forma de este tejido hace más visible la telaraña, y por tanto aumenta las probabilidades de que las presas potenciales la vean y puedan esquivarla.
Fuente: Internet, Wikipedia y Revista Muy Interesante

![[impreso]](/file/ultimo/ultimaedicion.jpg?1762175109)