Un prometedor descubrimiento que podría conducir al desarrollo de una nueva clase de analgésicos y otros fármacos, fue alcanzado por científicos británicos gracias al estudio del extraño caso de una mujer que no puede sentir dolor físico ni ansiedad.
Jo Cameron, una abuela de 71 años, es la primera persona conocida que experimenta dos mutaciones simultáneas, tanto en el gen llamado FAAH, que comparten todos los seres humanos, como en un gen hermano denominado FAAH-OUT, al que se ha dejado de considerar como una porción de ADN sin función alguna.
Esto podría conducir al desarrollo de una nueva clase de medicamentos específicos capaces de sustituir en algunas personas, por ejemplo, la acción de fármacos adictivos contra el dolor, que actualmente constituyen un creciente problema de salud en varios países. Las implicaciones de estas mutaciones parecen incluir no solamente cambios en la percepción del dolor físico, sino también en la cicatrización de las heridas.