Cada temporada, desde hace más de dos décadas, Tras la Huella ha dejado una marca indeleble en el imaginario popular cubano. Este 23 de noviembre el serial policíaco más querido del país celebra su aniversario 21 y se consolida como un pilar en la televisión cubana, reafirmando su compromiso con la calidad, la tradición y la relevancia social.

Tradición que perdura

A lo largo de los años, Tras la Huella ha sido más que una serie; ha sido un fenómeno cultural que, al igual que otros grandes seriales de factura nacional, como Sector 40, Móvil 8, En Silencio ha Tenido que Ser, Julito el Pescador, La Frontera del Deber, y muchos más, ha capturado la atención y el corazón de millones de televidentes.

La historia del serial se enmarca dentro de una tradición literaria y visual de programas policíacos que la Televisión Cubana ha cultivado durante décadas, creando una sólida base de seguidores que esperan ansiosos cada nueva temporada.

El serial ha logrado llenar un vacío importante en la programación nacional: ofrecer un entretenimiento de calidad, sin sacrificar el compromiso social y cultural que caracteriza a la Televisión Cubana. De hecho, Tras la Huella se ha mantenido firme, compitiendo con series de mayor presupuesto y objetivos comerciales, gracias a la fuerza de su contenido y la dedicación de su equipo.

Un espacio que forma parte de la historia

Para Rolando Chiong Rivero, director, actor y guionista, Tras la Huella no es solo un serial más, sino una continuación de la rica tradición literaria y audiovisual del país. “La realidad supera la ficción”, asegura Chiong, quien ha sido parte esencial del proyecto.

La producción no solo se enfoca en los casos policiales, sino también en cómo estos reflejan los problemas y valores de la sociedad cubana. “El trabajo está dirigido hacia un público amplio, tratándolo de manera artística, pero sin causar un trauma al espectador”, añade el director, quien destaca la importancia de transmitir un mensaje sin caer en el sensacionalismo.

Este compromiso con la calidad ha sido reconocido en numerosas ocasiones, como lo demuestra el Premio Caracol obtenido por Chiong y su miniserie Tráfico, que destaca la excelencia en guion, fotografía y actuación. “Estos reconocimientos son un testimonio del excelente trabajo que realizamos en Tras la Huella”, enfatiza.

Ángela Gabriela Mariño, asistente de dirección, comparte este sentimiento. Para ella, el mayor reto del colectivo es seguir trabajando para mejorar cada vez más, asegurándose de que los guiones y la realización tengan un nivel artístico superior para mantener al público cautivado durante otro año más.

Años de éxitos y desafíos

El actor Leonardo Benítez Ibáñez, quien interpreta al oficial operativo Julio, considera que el gran secreto del éxito de la serie es su capacidad para adaptarse a los cambios de la sociedad cubana, sin apartarse de los problemas y realidades que enfrenta el pueblo. “El pueblo cubano necesita este espacio. Es un reto mantener la calidad y no caer en la búsqueda de la popularidad a toda costa. Tras la Huella ha logrado mostrarnos el trabajo de los combatientes del Ministerio del Interior en la lucha contra el delito, lo que le ha permitido que se mantenga en el corazón del público por tanto tiempo”, reflexiona Benítez.

Por su parte, Eduardo Vázquez Consuegra, director y guionista, reafirma el compromiso del equipo con la tradición del policíaco cubano. “Hemos trabajado arduamente para elevar los niveles de calidad del programa, buscando siempre ofrecerle al público el mejor espectáculo posible. En estos momentos, podemos ver una evolución clara en los nuevos episodios, gracias al aporte de directores de gran nivel como Noemí Cartaya, José Víctor Herrera y Rolando Chiong", explica Vázquez. “Nuestro objetivo es que Tras la Huella siga ganando en todos los aspectos, tanto artísticos como narrativos”.

Un tributo al esfuerzo colectivo

Llegar a este aniversario 21 es el resultado de años de arduo trabajo y colaboración entre los directores, guionistas, artistas, realizadores y todo el equipo técnico que forma parte de este icónico proyecto. Cada capítulo es fruto de intensas jornadas de preparación y producción, que no solo rinden homenaje a los pioneros de la serie, sino que también celebran la evolución y el legado de uno de los espacios más esperados y queridos por el pueblo cubano.

Durante ese tiempo, Tras la Huella ha demostrado que, más allá del paso del tiempo, sigue siendo un referente dentro de la Televisión Cubana, una serie que no solo narra historias de crimen y justicia; refleja, asimismo, la lucha diaria de una sociedad comprometida con la verdad y el bienestar colectivo.

Tras la Huella, tras estos 21 años marcando el paso de la historia cubana en la pantalla chica, es un legado de calidad, emoción y vínculo con el pueblo.

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