Arte, vida y corazón se entrelazan en collares, aretes y pulseras, así como en cada una de las piezas nacidas de las manos de la etnia wixárica, del estado mexicano de Nayarit.
El término nos deja entrever que son personas profundas, amantes del conocimiento y así lo impregnan en cada pieza confeccionada con chakiras, un tipo de cuenta de cristal cortado o también de plástico.
Desde hace dos años, Monik Rodríguez Chávez funge como embajadora del arte wixárica que se elabora en el estado de Nayarit.
Su propósito es seguir mostrando al mundo la belleza y singularidad de esas creaciones tradicionales.
Por ello ahora se encuentra en La Habana, como parte de una jornada de intercambio cultural México-Cuba, y en el contexto del aniversario 25 de la empresa Caricatos. Representaciones artísticas, perteneciente al Consejo de las Artes Escénicas en la nación caribeña.

Engarzar la tradición
Procedente de una familia humilde, de grandes tradiciones aborígenes en su natal Nayarit, Monik Rodríguez creció viendo a los artesanos trabajar con preciosismo las diminutas cuentas, hasta transformarlas en imágenes y figuras casi únicas.
Con el paso del tiempo este entramado y sus diseños ganaron en estética y se mejoraron las técnicas de elaboracion.
Ahora ella trae un conjunto de bisuterías, muy llamativas y coloridas como caracteriza a esa artesanía, a través de la cual nos llega la espiritualidad de una etnia que lanza al mundo un claro mensaje: ¡Orgullosamente fueron hechas en México!
"Amo a Cuba y a los cubanos", confiesa, tras recordar la manera tan casual y a la vez promisoria de cómo se acercó a esta isla.
Fue en Fábrica de Arte Cubano (FAC). Allí conoció al Maestro, diseñador y pintor José Luis González (abril 1950/ abril 2024), con quien mantuvo amistad personal y profesional.
La silla a su lado quedó vacía y le pidió permiso para ocuparla. El prestigioso diseñador percibió la estetica de sus accesorios y no dudó en invitarla a su habitual peña de los viernes en el Trip Habana Libre, donde la hizo participe de la pasarela que todavía allí sesiona a cargo de la compañía ModArte.
Al concluir, Monik le donó sus accesorios y hasta hoy son utilizados en las temáticas a las cuales se ajusten durante las exhibiciones.

Apreciar la autenticidad
La jornada de intercambio cultural entre México y Cuba tendrá lugar hasta el día primero de julio e incluye puestas en pasarela, encuentros con directivos, diseñadores textiles, modelos y músicos de ambas naciones .
La promotora cultural Arelis Ulloa Lamber, quien también se desempeña como modelo de mujer adulta en la compañía ModArte que lidera Aimeé González, destacó que éstas propuestas se desarrollan en alianza con el proyecto Vívelo, del estado de Zacatecas, bajo la conducción del fotógrafo y diseñador mexicano Guillermo (Memo) Vargas Velazco.
Cuba presentará variadas colecciones; se destacan las vinculadas al Telarte, proyecto que se caracteriza por insertar en tejido obras de artistas plásticos y diseñadores jóvenes cubanos, rescatándose así el textil auténticamente nacional y el vestir, por parte de diseñadores del proyecto El Parche.
Las pasarelas se combinarán con música grabada mexicana y en vivo, a cargo de la agrupación cubana Cauri, que cultiva el folclore.
Con entrada libre al público es el programa de desfiles previsto en los siguientes espacios: Asociación Yoruba de Cuba (día 25, a las 2:00 p.m); Hotel Trip Habana Libre (día 27, a las 9:00 p.m.) y en la casa de moda cubana La Maison (29 de junio, a las 8:00 p.m). El desfile inaugural del programa ya tuvo lugar la víspera, en la Casa de México Benito Juárez, de la parte antigua de la ciudad.
Cuba y México sostienen una hermandad historica y esta celebración vuelve a ratificarlo desde el apego a las tradiciones, la cultura, el diseño y el arte del vestir.

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