Tras una intensa labor restauradora, quedó inaugurada recientemete una parte del primer claustro del antiguo Convento de Santa Clara, devenido sede el Colegio de Santa Clara para la formación en las artes y los oficios de la restauración de Cuba y del Caribe.

Inaugurado con la presencia del presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y la viceprimera ministra Inés María Chapman, el colegio tendrá como misión desarrollar programas y proyectos de formación, investigación e innovación en esas artes y oficios, y en la ciencia aplicada a la conservación y a la restauración de los bienes muebles e inmuebles, que contribuyan a optimizar la gestión del patrimonio cultural y natural y los valores históricos patrimoniales.

Con la inauguración de esa primera fase, se materializa una visión. Según dijo en la apertura Perla Rosales, directora general de la OHCH, “se trata de un sueño cumplido de Eusebio Leal”. Por su parte, Gladys Collazo, directora del colegio, destacó que “el reto más grande es cumplir con lo que Leal quiso que fuera el Colegio de Santa Clara”.

El colegio formará a jóvenes entre 18 y 35 años de Cuba y el Caribe en materias afines a la conservación, restauración y gestión del patrimonio.

Anne Lemaistre, directora de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe, destacó que se trata de “un esfuerzo por defender con un capital humano bien preparado los tesoros patrimoniales de nuestras naciones y nuestras identidades locales, que forman parte del acervo común latinoamericano” y agradeció a la Oficina del Historiador de La Habana, sus especialistas y trabajadores por devolverle el esplendor a esa edificación.

La restauración del antiguo convento, que continuará hasta concluir todos los espacios, lo ejecuta la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, Cuba (OHCH), con financiación de la Unión Europea en Cuba (UE), mediante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y su Programa Transcultura, así como de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), a través de la Organización Internacional Italo Latinoamericana (IILA), entre otras entidades.

Un colegio con mirada al futuro

La edificación, instaurada el 12 de diciembre de 1644 como primer convento para monjas de La Habana, tendrá 10 talleres: pintura mural, pintura de caballete, escultura policromada, documentos, textiles, mosaicos, cerámica, vitrales objetos de metal y carpintería académica, y cuatro laboratorios: imágenes técnicas, análisis de materiales, biología y química y fotografía.

En su oferta académica, la institución prevé la realización de cursos cortos de docentes cubanos y extranjeros, movilidad estudiantil con vínculos nacionales e internacionales, residencias de profesores, organización de eventos, investigación y elaboración de proyectos de colaboración interinstitucional y asistencia técnica para servicios varios.

Además del museo de sitio, que ya existe, tendrá mediateca, biblioteca y salones de conferencia, y espacios públicos, como tienda, salas de exhibición y huerta.

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