Ha muerto un trovador, un hombre de palabra aguda, un defensor de la cultura toda, de la música nuestra de cada día, un genuino representante del pedacito que lo vio nacer (Tumba siete) y de Cuba.

Un padre orgulloso de sus pequeños mambisitos. Ha muerto un amigo, un hermano, un hijo de la patria.

Hoy no queremos hablar de sus tantos y merecidos reconocimientos, solo decimos con mucho dolor que ya no estarás físicamente , pero tu voz sigue aquí salvando el verso amigo como "a mí me gusta compay", acompañando a la santísima Cecilia, a la bayamesa o a la virgen nuestra. GRACIAS por todo nagüito por la música, seguirás guitarra en manos entre nosotros, ¡¡¡siempre!!!

(Tomado del perfil en Facebook del Centro Nacional de Música Popular)

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