La edición 45 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano responde con su vitalidad de ave Fénix una pregunta que nos hacíamos a principios de los años 80 cuando las incipientes nuevas tecnologías amenazaban con borrar a la pantalla grande de la preferencia del público por un cine vivo (léase en compañía de un público mayor) y se perdería la interacción social producida por las novedades en la pantalla al disfrutar de jornadas de cinefi lia en el circuito de exhibición de La Habana.

Incluso el bombardeo mediático desde las grandes megaplataformas de internet para establecer patrones de vida, a partir de la colonización cultural de los llamados países al Sur, no ha podido erradicar las producciones cinematográficas que ahora podremos disfrutar acompañados de otras opciones –que siempre fueron parte del cine: la música y la danza– en los escenarios del circuito 23 del Vedado capitalino.

Nuevamente podemos ver la avalancha de jóvenes cinéfilos entre muchos de los asiduos a estos encuentros del inviernoverano habanero e incluso aquellos atraídos (pudiera decirse atrapados) por un evento que encierra en sí mismo la perspectiva desde la cual podemos observar el universo que nos integra hacia dentro y desde el cual podemos compartir las esperanzas, motivaciones y sacrificios; expuestos a través de las
historias contenidas en largometrajes de ficción y cortos que han logrado su impacto en otros escenarios antes de ser exhibidos en nuestras salas de cine con este Festival.

Por supuesto, el documental –como género más cercano a la realidad– que refleja las necesidades de audiencias ávidas de testimonios nos deja, en esta edición, la posibilidad del merecido concurso –a propuesta de Cubavisión Internacional–, por tercera edición a Senobio Faget González (Puri), reconocido
periodista y realizador de cine, televisión y docente cubano, de quien muchos de sus estudiantes de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, recibieron el largo aliento creativo de quien fuera jefe del Departamento de Documental e integrante de su consejo académico y miembro del jurado en festivales de documental en Brasil, España, Italia y Francia.

En esta ocasión se presentaron 2 017 obras, de las cuales entran en concurso 256, realizadas por creadores que representan a 42 naciones, en una cita que mantiene los concursos en apartados de Ficción, Ópera prima, Documental, Animación, Cine de temática lgbtiq+ que trae consigo el Premio Arrecife,
Guion inédito, Cartel y Posproducción. Se conoció que la novedad es la apertura de la categoría Cine experimental que llevará por nombre Otros territorios. Las secciones: Latinoamérica en perspectiva y Panorama contemporáneo. En el apartado de Cine y Televisión se estrenó mundialmente, el viernes en la noche, los dos primeros capítulos de la serie Cien años de soledad, producida por Netflix.

El intelectual Alfredo Guevara, artífice del evento, será recordado en este encuentro, previó al centenario de su nacimiento, el 31 de diciembre de 2025, y a los cineastas Sergio Giral, de Cuba, y Geraldo Sarno, de Brasil, quienes obtuvieron el Coral de Ficción en la edición pionera de 1979.

La causa del pueblo palestino tendrá una muestra, desde el cine, y podrá ser vista en los cines La Rampa, Yara, Riviera, Chaplin, 23 y 12 y Acapulco, las sedes principales del evento, mientras que como subsedes estarán el Multicine Infanta, la Sala Glauber Rocha de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano
y la Sala Alfredo Guevara del Colegio Universitario San Gerónimo, en La Habana Vieja.

La Televisión Cubana mantendrá en programación una selección de filmes de años anteriores que se proyectarán en los canales Multivisión y Caribe, con una película de ficción y un documental diario, respectivamente.

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