A propósito de Día Internacional de los Museos hoy hacemos una visita al gran palacio que alberga una gran colección de obras de arte, lugar donde se exhiben colecciones realizadas por famosos artistas de disímiles épocas y continentes.

Nos referimos al Palacio de la Condesa de Revilla de Camargo, dónde ubica hoy el Museo de Artes Decorativas, en las calles 17 y E, en el Vedado con el No. 502; de estilo clasista francés, construido entre los años 1924 y 1927, con influencias de Versalles y del Petit Trianon.

Este soberbio palacete tiene una interesante historia, y se conoce también como "la casa de los tesoros ocultos", contiene más de 33.000 obras de arte, y tanto sus interiores como exteriores poseen una exquisita y refinada belleza.

Es uno de los palacios construidos en la primera década del siglo XX. Museo desde 1961, conserva en su totalidad toda la colección de porcelanas de la Condesa junto a muebles de un exquisito acabado así como esculturas, todas de una bella confección, hermoso por dentro y por fuera.

En él se muestran joyas de porcelanas cubanas y europeas, y muebles de estilo. Es toda una preciosidad en medio de La Habana, hoy es una atracción turística dentro del Vedado habanero.

Foto: Grupo de Fotos de La Habana

Dentro de la decoración podemos admirar la del salón comedor que está inspirada en el estilo Regencia, para el día de hoy y en saludo al aniversatio 60 del museo se estará presentando una nueva vajilla, según nos explica Yosvanis Fornaris, especialista y director del museo, esta vajilla perteneciente a la condesa es una de las bellas colecciones que ella atesoraba para exhibir en las grandes fiestas que ofrecía a sus invitados y ahora es un bien patrimonial; también podemos encontrar mármoles italianos que recubren paredes, o trofeos de bronce mercuriado en cada ángulo de la habitación, además obras de las importantes manufacturas francesa Sevres, Paris , Chantilly y Limoges, y de las inglesas, Derby, Chelsea, Wedgwood, Worcesterb y Staffordshire.

Como la casa se encuentra ambientada al estilo de un gran palacio con todas sus habitaciones encontramos una ataviada a la manera Art Deco, que ocupa el baño principal, con piezas de tocador trabajadas en plata, cristal y porcelana, entre ellas sobresalen opalinas francesas, piezas realizadas por René Lalique y otras procedentes de Bohemia, en el gran salón de paredes recubiertas con boisseries se puede admirar un mobiliario que muestra la evolución de los estilos Regencia, Rococó y Transición, y una gran cómoda Rococó, también se aprecian dos grandes vasos de porcelana china del período Qienlong; completan la ambientación porcelanas de las manufacturas de Meissen y Sèvres, entre las bellas colecciones que han estado en exposición pudimos disfrutar la de abanicos pertenecientes a Dulce María Loynaz, otra de bellos frascos de rape, o los muebles laqueados del salón asiático, con sus magníficos biombos y porcelana.

Foto: Grupo de Fotos de La Habana

El único material cubano utilizado en la construcción de esta residencia fueron las maderas de las puertas y ventanas realizadas en caoba tallada.

Cuenta con 40 puertas, 34000 piezas de diferentes manufacturas y materiales que se dividen en mobiliario, piedras preciosas, o textiles. Es de destacar la elegante sencillez de la fachada, de un clasicismo reposado, bello y enérgico a la vez.

De un gusto refinado y magestuoso nos transporta a bellas épocas pasadas y a poder admirar el buen arte en todo su esplendor. Una visita necesaria para mejorar nuestro conocimiento y admirar el buen arte.

Foto: Grupo de Fotos de La Habana
Foto: Grupo de Fotos de La Habana
Foto: María Elena Diosdado
Foto: María Elena Diosdado

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