El Premio Alejo Carpentier y el Nicolás Guillén de Poesía fueron entregados en la sala Nicolás Guillén de la fortaleza de San Carlos de la Cabaña, en el contexto de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
Se trata de los galardones literarios más importantes que concede el Instituto Cubano del Libro a textos inéditos en las categorías de ensayo, novela, cuento y poesía de escritores cubanos vivos, con el propósito de fomentar la creación y promoción de obras literarias y reconocer a los mejores talentos en los géneros premiados.
Al anunciar el Premio Alejo Carpentier de novela, concedido a Lázaro Zamora Jo, por Cielo raso, el presidente del jurado Emmanuel Torres Reyes, destacó que la selección se sustenta “en el hecho de que la obra galardonada alcanza una sostenida calidad en su lenguaje e historia, expresión esta última de conflictos concernientes no solo la realidad cubana actual, sino también universal, como son la migración, el amor y el desamor”.
El jurado del Premio de Ensayo Alejo Carpentier 2024, integrado por los escritores Caridad Atencio, Víctor Fowler y Rafael de Águila determinó, por mayoría, conceder el galardón a El cuerpo audiovisual de la nación cubana, de Juan Antonio García Borrero, “a partir de resultar una propuesta documentada, novedosa y necesaria, con adecuada contextualización del fenómeno audiovisual cubano, abordado desde el marco historiográfico de la cinematografía internacional, apropiado empleo de la intertextualdidad y fundamentación teórica”.
Ese equipo evaluador destacó además que resultaron reveladoras la referencias a Nicolás Guillén Landrían y Tomás Gutiérrez Alea, “al dejar al descubierto dinámicas y tensiones del pensamiento estético cubano y latinoamericano del momento, en abordaje contextual en el que estas figuras pugnan en mitad de un período histórico, politológico e ideológico nacional en extremo complejo por defender postulados que identifican como lo más identitario, ético y novedoso del momento”.

Tras leer las 38 obras en concurso, el jurado del Premio Alejo Carpentier de Cuento 2024, integrado por Dazra Novak, Alberto Marrero y Emelio Medina, reconoció la variedad y calidad de los trabajos presentados, y otorgó mención a la obra Las dos mitades del escriba, de Miguel Terry Valdespino.
A su vez, concedió por unanimidad el premio a Reo de cuaresma, de Rafael de Águila Borges, “una obra sui generis en el contexto de la narrativa cubana contemporánea, a partir del muy original entramado que emana desde lo estructural, lo temático y muy especialmente, lo lingüístico y estilístico, todo ello tocado con un estilo muy personal e inusual donde lo barroco y lo post modernos se entreveran y devienen fiesta idiomática”.
El jurado del Premio de Poesía Nicolás Guillén integrado por Ricardo Riverón Rojas, Leandro Camargo y Jesús David Curbelo decidió por unanimidad conceder el premio al libro Cartas de la plaga, de Roberto Méndez Martínez, “por la profundidad conceptual con que se aventura en temas complejos del mundo contemporáneo y en la realidad nacional, su armonía en la composición y la diversidad de registros estilísticos, que acusan una madurez expresiva particular”.

En nombre de los premiados, el poeta Roberto Méndez agradeció, entre otros, a su esposa, quien, en medio de la pandemia, cuando otros se asustaban y enloquecían, creó las condiciones para que él pudiera hacer lo que más le gusta, escribir.
Asimismo, agradeció tanto a la Editorial Letras Cubanas como al Instituto Cubano del Libro, a la Fundación Alejo Carpentier y la Fundación Nicolás Guillén por “haber mantenido este premio por casi un cuarto de siglo… contra viento y marea”.
Según dijo, hubo momentos críticos, momentos en que hubo que repensar cosas de los premios, pero nunca se suspendió, nunca se dejó de convocar y eso le ha permitido convertirse en una serie de premios, una batería de premios, que se han jerarquizado y junto con el Premio Casa de las Américas es uno los premios más notados y convocados desde La Habana.
Méndez también agradeció el trabajo de los jurados han servido en cada una de las convocatorias.
La ceremonia contó con la presencia de Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro, presidentes e integrantes de los jurados, premios nacionales y tuvo como momento artístico la puesta en escena del poema Primera vez ante un espejo, de Georgina Herrera, que interpretó la primera bailarina Lilieth de la Caridad Orozco Cabrera.
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