El reconocido intelectual cubano Alejo Carpentier nació el 26 de diciembre de 1904 y desde muy joven mantuvo inquietudes como escritor y periodista llegando a ejercer esta profesión en importantes revistas de la época como Carteles de la cual fue redactor jefe, en 1924.

Por su oposición política al dictador Gerardo Machado es encarcelado en 1927 siendo precisado a abandonar el país y establecerse en París, Francia, desde donde efectúa varias actividades vinculadas con la música y también como corresponsal de revistas culturales cubanas.

Es considerado precursor de la novela latinoamericana en el siglo XX en el cual se destacó por su quehacer en la literatura, la crítica periodística cultural, el ensayo,  la musicología y como gestor de proyectos editoriales, plásticos y musicales.

Se destaca además en las letras hispanoamericanas alcanzando lauros por sus obras barrocas “ El Siglo de las luces” y “ El Reino de este Mundo”. Sus loables resultados en esta rama del conocimiento le hicieron acreedor del Premio Miguel de Cervantes en el año 1977,  máximo galardón que se otorga a escritores españoles e hispanoamericanos por su contribución literaria a la lengua española, y también fue diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, aportando con su obra a la narrativa y al patrimonio cultural de la nación caribeña.

Se relacionó con la vanguardia europea, fundamentalmente con el surrealismo, colaborando con la revista Révolution Surréaliste de André Breton, y en Madrid publica en 1933 su primera novela ¡Ecué-Yamba-Ó!”. Y en ese contexto se aproxima a los poetas de la Generación del 27, entre los que se ubican; Rafael Alberti y Federico García Lorca.

Así mismo en Cuba continúa su labor periodística en la radio y publicaciones como Orígenes y Tiempo Nuevo, también vive algún tiempo en Venezuela y luego de la victoria del Primero de Enero de 1959 regresa a la Isla donde cumple responsabilidades de director de la Editora Nacional y de vicepresidente del Consejo Nacional de Cultura, además de acciones diplomáticas como consejero cultural en naciones europeas. Los últimos años residió en París y fue Consejero Cultural de la Embajada de Cuba en ese país.

Fallece en Francia el 25 de abril de 1980 manteniendo el reconocimiento de su pueblo, y también de la intelectualidad hispana y europea que lo considera uno de los más distinguidos escritores universales.

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