Una canción en la década de los años 70 reflejó la solidaridad con Cuba y su Revolución. Un típico chámame, risueño y bailador, oriundo de la provincia litoraleña de Corrientes, Argentina.

El texto, escrito por prisioneros políticos argentinos durante la dictadura del general Lanusse recluidos en el penal Rawson en la Patagonia, fue un canto lleno de optimismo y confianza en un futuro diferente para América Latina.

Foto: Tomada de Prensa Latina

“El grupo Moncada, que estábamos comenzando nuestro trabajo en ese momento, tuvimos la suerte de conocer a Soledad Bravo, una cantante de origen española radicada en Venezuela, que trabajaba mucho con los elementos de folklor, pero buscaba en otras raíces del folklor latinoamericano.

“Y Soledad nos cuenta que es una canción que ella le escucha a una señora en el penal de Rawson; esta señora que nunca se supo cómo se llamaba y que vendía dulces y en uno de los pabellones que ella servía los dulces era el de los presos políticos vinculados con los movimientos de liberación nacional.

“La viejita se da cuenta que Soledad canta canciones políticas y con temas relacionados con el folklor, llama a Soledad y le dice yo quisiera cantarle una canción. Soledad ante tanta insistencia le oyó la canción; al escucharla, Soledad se da cuenta que es un testimonio formidable, porque aun mal cantada como la lo hacia la viejita, era un canto poderosísimo. Soledad la grabó y decidió montarla. Esta canción la hacían los presos, nadie sabe exactamente cuál de esos presos la compuso”, manifestó Jorge Gómez Barranco, director del Grupo Moncada.

Chámame a Cuba tenía muy simple los acordes, una melodía muy pegajosa, muy simple en el ritmo del Chámame, bastante cercano a la Zamacueca, a la Cueca de toda esa zona sudamericana.

El canto logró sobrevivir y fue popularizado en la voz de la cantante española venezolana Soledad Bravo, quien la incluyó en su repertorio.

En Cuba fue acogida con inmenso cariño e interpretada por el Grupo Moncada desde sus primeros años de fundada en la voz de Alberto Faya y Augusto Enrique.

La canción se convirtió en un homenaje permanente al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz; pasaron generaciones y se siguió haciendo; se hizo un video clip que fue muy simpático y se puso durante muchos años. Un buen día aquel video clip perdió calidad, porque el acetato se deterioró mucho.

Cuando el cumpleaños 80 de Fidel se realizó un video clip nuevo, siguiendo las mismas características del anterior, pero digital. La grabación que aún sigue saliendo con el nuevo video es la misma original que realizó Moncada.

Estos jóvenes revolucionarios argentinos, en medio de la represión, fueron capaces de componer Chámame a Cuba, un canto de alegría y amor, en medio de las torturas y la soledad de la cárcel, en solidaridad con la Mayor de las Antillas.