Cierto es que todos los análisis que se hacen acerca de la salud de la música cubana, apuntan hacia echar toda la culpabilidad de su estado actúal, al desborde en el gusto popular por la llamada música urbana actual y en especial el regueton.

Y digo, música urbana actual, porque refrescando la memoria hago el recordatorio de que el jazz, el góspel, el son, la rumba cubana, la canción de trova, la samba brasileña, el reague y el calipso, entre otros son también de origen urbano, lo que con otros ingredientes culturales que les hicieron convertirse en joyas musicales para la historia.

Creo y comparto que los argumentos que culpan a la música urbana actual, del deterioro en los cubanos del gusto musical, con su peculiar modo de crearse y sus mensajes en grandes proporciones agresivo y grosero, no deja de tener una poderosa razón.

Pero adentrándonos en otros fenómenos, nos percataríamos que no solo el problema es culpa de la música actual urbana y regueton.

Por ejemplo, siento un inmenso respeto por México hermano, nuestros géneros musicales como el danzón, el mambo, el bolero, el son y el cha cha cha, han sido acogidos y defendidos como suyos siempre y allí tienen un espacio que no transgrede ningún otro género de la música mexicana, podía explicar alguien el porqué y en qué momento en la preferencia de la población cubana, la música mariachi, sustituyó a la trova, en las serenatas románticas, al son en las fiestas cumpleañeras y bodas?.

A partir de cuando nuestros egresados violinistas, comenzaron a ver un futuro mejor para su profesión y vida en los conjuntos de música mariachi, a diferencia de una orquesta sinfónica o agrupación de música de cámara y orquesta charanga.? Cuando el camino se tornó de esta manera y porque?

Pero bien entre las otras culpas, del deterioro del gusto y preferencia musical están también presentes  algunas acciones fallidas, como lo son el desaprovechado tiempo de la poca relación entre lo mejor y más notables músicos con los centros de enseñanza de la música, dadá por la apatía de algunos de estos y sus responsables; el hecho de que por mucho tiempo era más fácil encontrar reunidos a los “buscadores de fortuna en la música” y funcionarios de estas, en lugar, de estos últimos de reunirse con mayor frecuencia con los más prominentes músicos y escuchar sus propuestas y experiencias.

Admiro y respeto el entusiasmo y esperanzas latentes en algunos de mis compañeros y colegas, ante esta realidad, con la fe puesta en que se torne reversible esta situación alguna vez, cuestión que de ocurrir, estaría con toda honestidad y en primera fila dispuesto ha admitir, mi error de apreciación reflejado en esta reflexión y hacerlo público.

Deseo vida y salud a todos, para ver ese momento, pero por ahora, ofrezco mis mas sentido pésame y condolencias para amigos y familiares en la esfera de la música cubana, por la lamentable pérdida de valores de esta.

(Tomado del perfil de facebook de Joaquin Betancourt Jackman)

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