Aquella jornada nublada, en un campamento de nuevo tipo (agricultura habanera, en período especial) resultó el preámbulo para conocer y seguir al joven que irradió con su intervención, posterior, en el IV Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas.

El diálogo sostenido de Iroel Sánchez Espinosa con el Comandante en Jefe Fidel resultó una de las  conversaciones más fluidas y plenas sobre un tema tan íntimo como la defensa de la soberanía e identidad cultural de nuestra nación.

No voy a referir lo que en su corta, pero fructífera vida nos lega en su pensamiento inagotable de argumentos para defender la continuidad de la Revolución, en medio de los ataques mediáticos arreciados por el Gobierno de Estados Unidos.

Por supuesto, sentimos la partida física de este gran intelectual cubano de dos siglos, conscientes del temor de sus enemigos (tanques mediáticos al servicio del Gobierno de Estados Unidos) que no pudieron deshacer una sola hebra del sostenido, irreductible y profundo pensamiento filosófico de un revolucionario y
militante convencido, portador –además- de esa sonrisa reflexiva del martiano y fidelista que permitía
sentir su cálida presencia como ser humano, su capacidad para descodificar los peligros que significaba la colonización cultural -como punta de avanzada en la esclavización de los pueblos en la estrategia que forma parte del proceso de transculturación que lleva a cabo el Gobierno de Estados Unidos en el preámbulo de sus guerras de intervención rápida y expansión de la hegemonía imperialista que, actualmente, se manifiesta en la llamada guerra de cuarta generación a la cual someten al pueblo de Cuba, desde las plataformas de internet.

Reproducimos este fragmento de la entrevista concedida a Fernando Luis Rojas López y Carolina García Salas, publicada el 12 de abril de 2019, dentro de la serie ¿Qué Socialismo? de Catalejo, tomada del portal de Cubarte (digital).

“Hay una lucha ideológica en internet en relación con Cuba. Es un campo minado, hay gente que reacciona a esa realidad con consignas, con pocos matices, con argumentos simplificados, todo eso es cierto, pero no se puede desconocer que también hay una maquinaria de millones de dólares moviendo las ideas opuestas, que muchas veces distan de ser ideas, son insultos. A veces es ese aparato, y otras son personas que simple y lamentablemente piensan así, o reproducen esas lógicas sin saber que están siendo utilizadas por una
máquina de inducción.

“Lamentables son los insultos y las amenazas, la falta de honestidad o de preparación para comprender las manipulaciones y enfrentar los estigmas, pero peor es la ignorancia de quienes se dejan utilizar y actúan por reflejos condicionados, eso nada tiene que ver con la democracia. Tampoco cuando muchas veces te ponen
un cuño, una etiqueta y un coro repite creyendo que actúa por su iniciativa. Esas son las condiciones, y esa maquinaria existe.

“Yo creo que eso no te puede limitar a ti a decir lo que piensas con todos los matices que tú creas, como lo hemos estado haciendo aquí, porque ese es el objetivo que tiene quien insulta para desvalorizar un mensaje. No se puede renunciar a ejercer la ciudadanía. No se puede seguir funcionando sobre el argumento de las posibles armas al enemigo. Se trata de ser coherentes y honestos, sabiendo como parte de esa honestidad que existe un sistema de premios y castigos dirigido a estimular las expresiones que le son convenientes, y demonizar a quienes dicen lo que quienes pagan prefirieran ocultar.

“Al final, los yanquis se han dado cuenta de eso también, y han construido una maquinaria, multiespectral, que tiene capacidades de asimilar los matices. El Tío Sam aprende, no solo han aprendido a asumir los matices, también hablan con matices, porque necesitan influir en sectores de nuestra sociedad que son  importantes para sus objetivos y saben que con el lenguaje anterior no pueden lograrlo. Por eso no podemos renunciar a ser nosotros y a jugar un papel crítico, auténtico y honesto en la sociedad.

Yo imagino que hoy Fidel estaría haciendo cursos de Universidad para Todos sobre internet, sobre las redes sociales.

“Estos espacios también son parte de la sociedad civil, aunque no puedes olvidar que eso está distorsionado porque ahí no tiene voz todo el mundo. Los que hablamos en internet desde Cuba, todavía hoy somos unos privilegiados, por el costo que tiene, no solo es un problema de dinero, conectividad, equipamiento,
también es el tiempo, lo más valioso es el tiempo, y el tiempo tiene que ver con las velocidades a las que tú accedes y la frecuencia con que lo haces.

“Los grupos de cubanos que están, opinan y participan en internet hoy desde Cuba todavía son minoritarios, no puedes tomar eso como la opinión de toda la sociedad. También hay un sistema de inducción de opiniones, de comportamientos, hay una máquina que premia una cosa y castiga la otra, y un sentido común
que se reproduce y es hegemónico en internet. Cuando tú haces un blog tienes que tener todo eso en
cuenta y pensar siempre en todas esas personas que no opinan ahí y que están chocando con las realidades
nuestras todos los días. Por eso hay tantos temas que tienen que ver con la compleja realidad de nuestra gente que no están, y no están porque los que hablamos ahí no somos totalmente representativos de esa sociedad.

“Hay que construir una cultura socialista del uso de estas tecnologías, porque la cultura realmente existente, para emplear el término de ustedes en la primera pregunta, es una muy diferente ahí y como decía Marx, también crea un sujeto para el objeto. Por otro lado, como ya dije, en la misma medida en que se vaya cerrando la brecha digital, que se va a ir cerrando inexorablemente, se irá ampliando la cultural.

Entonces, ¿cómo tú educas a la gente para vivir en esa brecha cultural? Ese es el desafío, eso es en lo que deberíamos estar trabajando urgentemente”. 

Llegue a sus familiares y amigos, el abrazo sincero de Tribuna de La Habana.

Ver además:

Falleció el intelectual cubano Iroel Sánchez