Si bien Calendario abrió esta segunda temporada con algunos de nuestros personajes favoritos ausentes al pase de lista, compensa con un diálogo directo sobre temáticas de sumo interés en nuestra sociedad actual. Al parecer la narrativa de la serie se tomó el tiempo para madurar su entrega de lo didáctico a un realismo más crudo. El abuso sexual y la violencia en la adolescencia apuntan ser la temática que al menos en esta primera etapa marque la línea argumental.

Pero también se lanzaron al aire otros interesantísimos conflictos que sin duda enriquecerán la travesía. Las actuaciones del joven elenco parecen ir por buen camino, tropezando con algunos manierismos y tonos teatrales, pero conservando el aire juvenil y desenfadado.

Foto: Tomada de las redes sociales de la serie

Como en la primera temporada, no pretende abusar de planos en busca de una híper-estética, ni experimentar en recursos expresivos de gran factura. Bien parece apegarse a la naturalidad y enfocarse en la historia de sus protagonistas.

Calendario para gusto de algunos y polémica de otros fue el clímax de un cambio radical en la forma de entregar un producto audiovisual en la televisión cubana. Más allá de la poética fresca, lúdica y un poco irreverente de llevar el universo de la serie a las redes sociales -con éxito- atrapó a varias generaciones de cubanos dentro y fuera de la Isla en un fenómeno que hasta el momento era inédito.

Por eso y otras razones caló bien y bonito, y tal parece que en su regreso vienen listos para estremecer a la familia cubana. Queda abierta la conversación y en la espera del desarrollo de este Calendario nos seguiremos encontrando de frente a la voz escrita.

Foto: Tomada de las redes sociales de la serie
Foto: Tomada de las redes sociales de la serie
Foto: Tomada de las redes sociales de la serie

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