No estará él, pero sí sus cuadros, sus trazos, visiones, alegorías y legado. Con la muestra Como estatuas de sal. In memoriam Ernesto Rancaño, el Museo Nacional de Bellas Artes recuerda al pintor a un año de su partida física.
“Artífice de depurada sensibilidad, reconocido por la maestría de su pincel y de sus trazos, creador de un imaginario de símbolos que identifican una producción amplísima y prolífica; se insertó en las tendencias postmodernas combinando disímiles lenguajes que van desde la cita de técnicas de tradición pictórica, al objeto y la video instalación, sin abandonar nunca ese hálito surreal y onírico de su obra”, recuerda al pintor la curadora de la muestra, Delia María López Campistrous.

Nacido en La Habana en 1968, Rancaño se graduó en la especialidad de dibujo y pintura en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro. Tuvo su primera exposición personal, La Mano Ciega, en 1996, en la Galería Imago, del Gran Teatro de La Habana. Nunca más paró, hasta que casi no pudo tomar más sus pinceles y partió a la eternidad, el 25 de febrero de 2022.
La curadora dice más…”Desde sus colibríes etéreos y espirituales, su trabajo escudriña al individuo universal, cuerpo físico y ser político, que solo logra definirse en relación con su realidad inmediata y con su época.
Sin dudas marcado por una nostalgia de futuro que se percibe en el infinito de sus horizontes y en esa línea de muro frente a un mar de aguas perpetuas, la existencia humana y el dolor tolerado por cuerpos hermosos lacerados en pleno vigor; conforman el universo indagatorio de la obra de Rancaño para quien la creación no se dejó tentar por esa silla acechada al borde del camino, sino que fue un sindescanso hasta el aliento final”.
Hasta el 23 de abril, en la sala transitoria del segundo piso del Edificio de Arte Cubano, Rancaño y sus más de treinta piezas, que abarcan su obra desde los años 90 hasta “la última pintura en el caballete de su estudio, en la que trabajaba el artista en el momento de su deceso”, de colecciones privadas e institucionales, aguardan.