Cuando la televisión, como el arte que es, se acerca a la vida de sus consumidores, mostrándoles sus realidades, así como otras diversas que pueden o no reflejarlos, da un paso hacia lo profundo del alma humana.
La recién finalizada teleserie Tan lejos y tan cerca apostó por temáticas como las relaciones matrimoniales
y el amor en crisis, la exploración de sexualidad, el romance intergeneracional y otras que, sin duda, dieron un poco de color a nuestra gris pantalla. Realmente no llegó a niveles escandalosos, por el momento no hizo falta, pero sí abrió las entendederas a esas conversaciones que en el audiovisual tradicional de la isla se carece todavía.
Un punto importante a favor de este producto dirigido por Alberto Luberta y Loysis Inclán, fue la actuación
que logró en más de una ocasión llevar a tierra algunos diálogos no tan coloquiales. Varias veces escuché
brotar con tonos de machismo internalizado críticas para el personaje encarnado por Maité Galván, muestra de su preciso y orgánico trabajo.
Alberto Corona nos regaló con sensibilidad a un padre que a trozos se sale también del arquetípico marido
tropical. Por otro lado, vale destacar en general a un elenco comprometido con la historia que se contaba,
pues se nota, en comparación con experiencias anteriores, la fibra puesta a cada emoción.
La pandemia de la COVID-19 como contexto, aunque fue un recurso inteligente, a ratos discordaba con
algunas circunstancias en las que los personajes se veían involucrados. Tan lejos y tan cerca polemizó, nos emocionó y sacó más de una carcajada a quienes desde el hogar participamos de las hilarantes peripecias de
Dominique o de Orlandito, Susana y sus juguetes sexuales. Reconocimos nuevos rostros que bien refrescan la
pantalla con su naturalidad y profesionalismo, así como otros ya instaurados en el gusto popular que asumieron el increíble reto de hacer esta novela en plena crisis epidemiológica.
Nos despedimos de ellos con la esperanza de pronto encontrar nuevas propuestas que le den un aire nuevo
a las enraizadas maneras de hacer en nuestra televisión.
Otras informaciones:
Mayra Mazorra, espectacular su actuación, yo diría q la mejor de todo el elenco
Buenas noches soy Maylen vivo en Vila Clara.En mi opinión una de las mejores novelas que he visto cubanas y tengo 28 años.Muchos aspectos pueden ser criticables a gusto del consumidor.Esta novela siempre cada capítulo me dejó con ganas de más, en cada capítulo en la medida que los mismos avanzaban me sacaba las lágrimas más de una escena.El polémico final en mi opinión fue magistral.Nada de finales simples siempre esperados.La novela en sentido general fue la mejor y el elenco de actores excelente.
En lo personal me gustó mucho esta novela, la trama principal y las subtramas, momentos que desprendían lágrimas y otros que sacaban la risa, actuaciones bien logradas, claro unos más que otros pero estoy satisfecha con lo que nos brindaron. Felicitaciones a todo el elenco y al equipo de realización.
Me encantan las novelas cubanas. Son para entretener y extraernos un rato del dificil contexto. No hay que complicarse , refrescar la mente es suficiente. De esta, la triste realidad de la " impunidad" al gerente de la tienda: agresión, robo, malversación e incumplimiento de sus deberes y nada pasó. Bueno! la novela es un reflejo de la realidad. Esperemos por la proxima
El saldo favorable. Historias en general creíbles, buenas actuaciones(especial Mayra Mazorra). Molesto el ruido de fondo presente casi siempre que con las mascarillas, no permitian en ocasiones entender las palabras de los actores