No creo posible una nueva generación con fundamento para la música cubana sin la influencia de la creación del maestrazo Chucho Valdés, aunque su huella abarca mucho más terreno del que el oído humano puede captar de sopetón. Comencé a escuchar este disco y asaltaban mi memoria mis días de estudiante correteando por los tabloncillos intentando crear historias y personajes, muchas veces Irakere fue la banda sonora al final del pasillo, donde se reunían los músicos a descargar. Una vez más la Casa Productora EGREM se hace de oro pulido transmutado en melodía, ritmos que destrozan las leyes del tiempo y el espacio, esta vez bajo el nombre “Los herederos. Homenaje a Chucho Valdés e Irakere”.

Diez temas, de ellos seis nuevos compuestos por exintegrantes de la banda, hoy íconos de nuestro pentagrama como César López, Orlando Valle “Maraca”, Germán Velazco y “El Tosco” José Luis Cortés, hurgan en lo profundo de este universo musical que revolucionó a la isla cubana y al mundo.

Además, participan en este colosal proyecto Alexander Abreu, Yasek Manzano, Geidy Chapman, Haila, Leo Vera, Issac Delgado, Alain Pérez, Mayito Rivera, Maikel Dinza, Haila, Mayquel González, Leonardo Milano, Cimafunk, Alejandro Falcón, Jesús Anduz, Cucurucho Valdés, Harold López-Nussa, Enrique Pla, Yaroldy Abreu, Rodny Barreto, Rolando Luna, Alfred Thompson entre otros.

Con tal constelación es obvio el resultado, pero esta vez, en mi opinión: superó totalmente mis expectativas pues el fonograma no se conforma con el mero homenaje, la reproducción o reinterpretación. Encontramos una alquimia perfecta que construye un nuevo universo paralelo a la creación que representa Irakere.

Abre el tema Selva compuesto por Maraca con explícita inclinación al jazz afrocubano. Le siguen El gordo y Herencia de César López y Germán Velazco, respectivamente, mostrando la influencia que hoy comparten en forma de canciones, forjada en sesiones de intensa búsqueda y creatividad. Así este recorrido va internándose en una espesa urdimbre melódica hasta terminar con el track Baila mi ritmo, una especie de timba funk que nos demuestra cómo se vuelve contemporánea y eterna la música con la que se marcó una época y hoy se construye otra.

Por si fuera poco, el disco es presentado por un Making off, documental de la mano de Rolando Almirante que cumple cabalmente con el propósito de contar en casi una hora el intenso proceso que hoy se materializó. Los testimonios de los músicos, intérpretes y demás participantes grafica esos mágicos momentos compartidos por el equipo detrás de un material imprescindible.

Escribiendo estas palabras siento cómo las notas que brotaron del ingenio de Chucho sobrevuelan las calles de esta ciudad maravilla y aunque retumban en cualquier capital del mundo siempre serán auténticamente cubanas.

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