De algarabía y movimiento se llenó la Estación Cultural de Línea y 18... otro año más donde muchos corren en la búsqueda de muebles nuevos y otros esperamos los últimos días para ver si con las rebajas nos permitimos un pequeño desliz de fin de año. No cabe duda de que la Feria Nacional de Artesanía llega en buen momento, dedicando sus esfuerzos al pueblo cubano por su capacidad de resiliencia ante la COVID-19, y al heroico personal de la Salud, los científicos, artistas y creadores.
Novedad de esta edición es la presencia, por primera vez, de productos elaborados por trabajadores de las nuevas formas de gestión no estatal tales como cooperativas no agropecuarias, trabajadores por cuenta propia y Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES).
Regresa la experiencia de comercio electrónico con la que artesanos y artistas facilitan el acceso y pago a sus ofertas.
Aunque la duda de si muchos de los productos en venta también son presa de la terrible especulación e inflación, la realidad es que todavía no logramos que la artesanía nacional se parezca al poder adquisitivo de la mayoría.
“Hay de todo, para los gustos más exquisitos, encontré bellezas, pero al final solo pude mirar”, me comentó una vecina retirada que regresó con su presupuesto íntegro con la esperanza de volver otro día.
Sin dejar de lado la importancia de dotar del correspondiente valor a la obra de artistas y artesanos que trabajan incansablemente por la calidad de sus productos, es preciso negociar y regularizar los espacios para que los bolsillos de profesionales y público –cuyo salario completo se corresponde hoy en día con un par de zapatos o una prenda de vestir– puedan acceder a cubrir estas necesidades.
La Feria Nacional de Artesanía concluye hoy, su edición habanera resultó un oasis para la vista y el entretenimiento con su programación cultural y conjunto de bienes y servicios, calzado, mobiliario, confecciones textiles y objetos utilitarios.
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De que sirve tanta feria si el cubano a pie, el que vive de su salario no puede comprarse nada por los precios tan altos que tienen los productos.