La Bienal de La Habana, evento caracterizado por un tono a contracorriente, se mantiene en su postura descolonizadora. Desde su lupa observa el quehacer no solo de artistas, críticos y curadores de Asia, África, Oriente Medio, América Latina y el Caribe, sino también para todos aquellos interesados en un diálogo de convivencia.
En su 14.a edición redirecciona y actualiza sus contenidos y estructuras de acuerdo con las nuevas dinámicas y contextos.
Su equipo curatorial se propone, una vez más, el reto de descifrar nuestra realidad a partir de proyectos artísticos que establezcan una plataforma de reflexión sobre el desarrollo de la civilización desde los territorios del arte como un espacio plural y descentralizado.
La 14.a Bienal de La Habana cambia su estructura y duración habitual para, por primera vez, abarcar un período de casi seis meses durante los cuales se avanzará progresivamente sumando experiencias que, desde la teoría y la práctica artística, pongan de manifiesto el potencial emancipatorio del arte y la cultura, así como su capacidad para reflexionar sobre el presente y el futuro del planeta.
Comienza con la Experiencia 1: Preámbulo, desde el 12 de noviembre hasta el 5 de diciembre de 2021. Esta primera etapa iniciará con un panel teórico que aglutinará voces provenientes de diferentes contextos y campos del pensamiento cuyo punto de comunión fundamental, más allá de la diversidad de sus aproximaciones, será el desarrollo de una investigación crítica sobre el presente y la búsqueda de nuevos caminos que prefiguren un futuro más prometedor e inclusivo.
La Experiencia 2: La Habana de la Bienal, desde el 6 de diciembre de 2021 hasta el 24 de marzo de 2022, tendrá un lugar protagónico con un programa de exposiciones y presentaciones diseminado por toda la ciudad. A ello se sumarán un conjunto de proyectos especiales y talleres colaborativos, algunos de los cuales superarán las fronteras de la capital y se extenderán hacia otras ciudades de la geografía nacional.
En las actuales circunstancias, marcadas aún por la pandemia de la COVID.19 y por la necesidad de ser cada vez más conscientes sobre el impacto negativo del ser humano sobre el planeta, privilegiar la presencia de artistas nacionales se suma a las estrategias de sostenibilidad que la Bienal se ha trazado como parte de su tejido principal. Este eje sostenible será transversal a todo el evento y busca impactar positivamente tanto en el plano teórico y conceptual como en la producción de las obras y las exhibiciones.
Así también la Experiencia 3: Regreso al porvenir, comenzando el 25 de marzo hasta el 30 de abril de 2022, tratará el aparente sin sentido temporal que es la clave de inspiración que da nombre a esta tercera etapa que se inicia con la inauguración de una muestra curatorial compuesta por diversos proyectos, los cuales se sumarán a las dos experiencias anteriores.
La comunión –entre todas las partes que dialogan– funciona como una analogía a esa convivencia de imaginarios temporales y búsqueda alternativa que desde el espesor y valía de cada momento histórico es capaz de encontrar una brecha para recuperar la posibilidad de un futuro.

La contemporaneidad nos lanza la urgencia de un cuestionamiento del tiempo presente, lineal y regulado, donde lo anacrónico/alocrónico cobra sentido y el pasado se torna un asidero de respuestas capaz de delinear quizá un camino más inclusivo y sostenible para la condición de la vida en el planeta.
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