Pedro Lázaro Ordoñez, Papucho, comenzó con 19 años aquel sueño que hoy es la orquesta Manana Club, la cual cumple el próximo mes de abril su 12 aniversario de creada. Aunque su formación académica como músico lo ha llevado por la experimentación y la inquietud sonora, en la actual situación de la COVID-19 decidió concentrarse en el estudio de grabación para concebir su cuarta producción discográfica Timba 3.0. El material contará con el apadrinamiento del sello Abdala y reúne 14 invitados de la nueva generación de la timba cubana.
La agrupación que dirige tiene raíces dentro de Ordoñez cuando apenas con siete años emprendía el largo camino de la formación musical en la escuela Manuel Saumell, en la especialidad de violín, un instrumento que conoció de las manos de su abuelo Lázaro Jesús Ordóñez, quien fuera violinista de orquestas afamadas como Fajardo y sus estrellas y Pancho el Bravo.
“Decidí sentarme a escribir, compartir con los músicos de la orquesta que también componen para ir conformando el disco. Timba 3.0 es un nombre que nos habla de la renovación, estudio y reinvención por la que nos sometimos los creadores en estos días difíciles de aislamiento”.

En sus ojos resulta perceptible el brillo de la creación a partir de una sonoridad que evoca la fusión de todos los ritmos, en una palabra: Timba. Solo que ahora anda sobre esta mezcla con pasos propios, lo cual le da un toque de singular autenticidad de la música popular bailable con su Manana Club. Así lo confirma este joven en la búsqueda de alternativas para renovar la música sin perder el camino antes trazado, pero sin renegar de la importancia de asumir las rigurosas exigencias de la canción interpretada sobre un escenario con la dinámica requerida en el uso de nuevas tecnologías, vestuario y luces que converjan en un espectáculo capaz de impactar en la juventud.
Con esta propuesta Papucho dialoga sobre la unidad entre los intérpretes y la vitalidad de la música popular bailable. Ha trabajado también en la promoción de su arte por las redes sociales además de contribuir con campañas de bien público. Confiesa que este es un momento personal y artístico de madurez donde se concentró en la concepción de los ritmos además de los preparativos de un concierto online que llegará por los medios digitales de la orquesta.
Por supuesto, en cada paso, en el sostenido ascenso de su carrera, pueden escucharse las profundas raíces de la música tradicional cubana en el eco que se transmite por generaciones y trasciende la barrera de los tiempos. De ahí el notable éxito de incluir, en su discografía, canciones antológicas bajo el sortilegio que aún produce un bolero, la magia del incontenible movimiento del bailador que provoca el cha cha chá o un changüí tradicional.
Vea también: