Con cero estudiantes se fundó el grupo de creación Tu Taller, en noviembre de 2017. Eran apenas sus dos profesores pero con incontables deseos de enseñar, por eso no dudaron en promocionarse en escuelas cercanas, y buscar visibilidad a través de las redes sociales y con sueltos promocionales. Apenas dos días después, en aquel local del Vedado habanero ya se sentía la algarabía de una muchachada inquieta.

Foto: Alejandro Basulto

No podría definirse si fueron los pequeños o sus padres quiénes llegaron más dispuestos para emprender aquel viaje de aprendizaje y diversión que hoy sigue distinguiendo el andar de un proyecto liderado por los artistas Malcon Baró y Naidel Herrera, ambos egresados de la academia de San Alejandro.

Lo cierto es que en cada jornada de clases, -los fines de semana-, niños desde cinco años de edad y adolescentes se adentran, a partir de las artes visuales, en las técnicas del dibujo animado, las historietas, la pintura, todos los tipos de modelado como el barro, la cerámica fría, la pulpa de papel, la pasta de sal, además del ensamblaje y el calado, sin dejar de explorar el complejo mundo de la fotografía.

Foto: Alejandro Basulto

“Nuestro interés es que las personas se involucren al taller y este llegue a formar parte de su vida. Pensarlo de esa manera ha propiciado que también los adultos participen en ejercicios que precisan de su ayuda; es el caso del ensamblaje de cartón, cuyas piezas después las llevan a sus casas por su valor utilitario”, dice Naidel, quien asegura que lo que más le gratifica de esas jornadas es cuando los pequeños expresan su orgullo por haber hecho algo con sus manos.

La actual sede es la calle 17 # 507 entre D y E, en Plaza de La Revolución (entrada por el garaje) y basta una mañana junto a ellos para comprender muchas cosas. La más esencial, a mi modo de ver, es que se trata de un sitio para crear, divertirse, jugar aprendiendo y, sobre todo, ser feliz.

Foto: Cortesía del taller

Al decir de Malcon, es un espacio de confluencia, en cuyas sesiones los alumnos tienen la posibilidad de experimentar, explorar, autoconocerce y también de autovalidarse, partiendo siempre de los elementos formales de las artes visuales a partir de la línea, el color, la mancha, la estructura, el volumen y el espacio.

Cada proceso creativo tiene una duración de uno o dos meses. Esa temática a tratar consta de un principio que es aproximarse a la técnica, e ir creciendo en la complejidad y en la evolución del trabajo. Es ir desde lo más simple hasta lo más complejo, no en busca de formar futuros artistas, sino a un público con criterio, como suelen decir estos creadores.

Desde septiembre hasta junio están organizadas las clases, con una frecuencia semanal de dos horas, separado por grupos etarios: los niños de primero a tercer grados acuden entre las 10:00 a.m. y las 12 meridiano, mientras que los de cuarto a sexto grados tienen previsto el horario comprendido de 1 a 3 p.m. En ambos casos van el sábado o el domingo. Para los educandos de secundaria básica es de 3:30 a 5:30 p.m. y solamente los sábados.

Foto: Cortesía del taller

Durante las vacaciones organizan los siempre esperados talleres de verano, cuando colapsan las matrículas para las clases de cerámica fría, modelado con barro, fotografía, dibujos animados, historietas y pintura; algunos de estos temas también forman parte del cronograma habitual del resto del año, que además incluyen todas las técnicas de la gráfica hasta llegar a la xilografía.

Durante los meses de confinamiento por la COVID-19 no se apagaron los deseos. Por el contrario, vía online surgieron talleres como el de foami (goma eva) que despertó un enorme interés por las bellas e inimaginadas figuras que logran hacer los muchachos.

Foto: Cortesía del taller

Para Malcon y Naidel el acto de enseñar se convierte en un disfrute sin par. Ese encuentro diario con el niño y cómo transmitirle los conocimientos constituye un reto que los motiva en cada encuentro, sobre todo verlos cuánto van creciendo desde el arte.

Entre las ideas que ahora abrazan está retomar el trabajo con la primera infancia y la confección de un libro cartonero, inspirado en los procesos de manufactura a partir de cartón, papel crach, mucho collage, plegado, calado e impresiones, que conformarán lo que han dado en llamar Mi vida, mi cuento.

“No es más que la vida del niño, hecha por partes. Cada día es un ejercicio nuevo que a su vez integra una página de ese libro en correspondencia con diferentes temas”, explica Malcon.

De Tu Taller siempre hay algo nuevo que decir. Con estas breves líneas solo puede esbozarse una ojeada a su mundo maravilloso. Para conocerlos mejor es posible buscarlos en el perfil de Facebook tutalleroriginal,- es igual para Instagram-; también por Whatsapp mediante el teléfono 5 8077995. Aunque lo mejor es llegarse a su sede en el Vedado habanero, pero recuerde que la entrada es por el garaje.

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