Cuando se trata del popular espacio televisivo de la novela cubana todos tienen algo importante que aportar. Una vez más será fidedigno el dicho de que “cuando el río suena...”
En mi experiencia personal trato de darle la oportunidad a cada nueva propuesta, al menos cuando es nueva, sin restarle importancia a los clásicos, pero hay un horario para todo. Llegamos extenuados a casa, luego de un intenso día para encontrarnos con La cara oculta de la luna, un producto audiovisual de valores únicos, retrato de un momento, una sociedad, tabúes y conflictos, muchos sin solucionar.
Entonces entran en juego las circunstancias, el imaginario, los referentes y el contexto. No creo que resulte común para algún joven o adolescente en la actualidad reflejarse en las formas de relacionarse, discursos, incluso las paradojas en las que mi generación fácilmente pudiera.
Aunque ahora pensamos, al ver esas escenas: “que ‘cheos’ éramos, ¿de verdad hablábamos así?”. Lo cierto es que, como seres sociales, necesitamos sentirnos identificados en lo que consumimos y –como las comidas o el café–, hay un momento del día para todo.
En un panorama cultural dominado por teléfonos inteligentes, relaciones virtuales, peripecias que en aquellos días nos parecerían sin dudas futuristas, La cara oculta de la luna merece un horario más noble. O quizá es el público quien necesita otro tipo de historias en la hora estelar, cercanas a la realidad; o del todo histórica donde desaparezca esa leve incomodidad de pensar: ¿No había otra cosa?
Entre las funciones más importantes del arte, está esa relación dialógica y natural que tuvo en sus días esta propuesta, sin embargo hoy toca ceder espacio a lo que pueda hacer la diferencia.
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Pues yo la vi hace años y ahora la vuelvo a ver, a mi hija de 15 años le gusta, es una enseñanza para las nuevad generaciones
Es cierto que esta novela fue muy popular en su momento y se puede ver otra vez pero se pudieran poner otras que nuestra television hiso en otro momento y fueron igual de popular .
Discrepo de su opinión ,es un tema que se impone en cualquier tiempo y a pesar de los años transcurridos y el desarrollo tecnológico que para bien existe,el mensaje esencial será recibido por los jóvenes que en aquella época eran niños ,saludos
Discrepo completamente con usted. Puede que para usted, la novela no se adapte a la realidad, sin embargo, le invito a estudiar las estadísticas médicas que hablan de los muchos adolescentes que hoy en día se contangian con esta u otras enfermedades de transmisión sexual. Este es un tema que debe tocarse siempre. No olvide que ya usted paso por esa etapa, pero hay una generación que la comienza ahora, y creame, es menos consciente de lo que fuimos nosotros.