En un acto sencillo, con una pequeña representación de distintos medios de comunicación, nacionales y provinciales, con sede en La Habana, fue entregada a la prensa cubana la bandera de Proeza Laboral. Todos los medios del país no pudieron estar presentes, sin embargo, ello no impidió que el reconocimiento llegase a todas las provincias del país.

Estuvieron presentes, entre otros personalidades de la cultura y la prensa, Nereyda López Labrada, secretaria general del Sindicato Nacional de los trabajadores de la Cultura Cubana; Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC); Guillermo Pavón Pacheco, vicepresidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión Cubana.

Nereyda López Labrada, secretaria general del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Cultura Foto: Trabajadores

Esta vez, fueron los hombres y mujeres de la prensa cubana la noticia, por el trabajo realizado en los distintos medios de comunicación en estos tiempos de lucha contra la COVID-19. Allí se resaltó la realización de un periodismo con un relato franco, hondo y memorable, así como la necesidad de reinventarse la forma de llegar hasta las redacciones mediante el empleo de medios digitales.

Onelio Castillo Corderí y Waldo Ramírez de la Rivera, directores nacionales de la radio y la televisión cubanas, respectivamente, junto a destacados profesionales de estos medios y de la prensa escrita, recibieron el reconocimiento de manos de López Labrada, por la labor desarrollada en la prevención, educación y sensibilización de la población, como parte de la respuesta intersectorial en el enfrentamiento y control a la pandemia.

Igualmente se destacó el trabajo de información oportuna, la actualización constante de cuanto acontece en el país, así como la presencia de la prensa en la zona roja, en la entrega de las historias de vida de quienes han padecido, o combatido a la enfermedad, y el papel hecho por los periodistas en las redes sociales. También se destacó la participación de los estudiantes de periodismo, quienes fueron capaces de estar allí, donde más se les necesitaba.

Foto: Trabajadores

No podía faltar la interpretación, en esta ocasión por Annie Garcés, de La Bayamesa, obra de Céspedes Fornaris y del Castillo, la que constituye una pieza emblemática de la cultura cubana, y con la cual inició la parte cultural del acto. El cierre estuvo matizado nuevamente por la bella voz de la joven cantante, quien en esta oportunidad interpretó la pieza Te doy una canción, de Silvio Rodríguez, en lo que constituyó un hermoso homenaje a quienes, desde la lejanía, en cada noticia que escriben, ofrecen lo mejor de sí, porque en estos tiempos, parafraseando a Silvio, la gente que nos odia y que nos quiere, no nos va a perdonar que nos distraigamos.