Fotograma del telefilme Pasos firmes Foto: Perfil de Facebook de Víctor Alfredo Cruz Fernández

Más que la historia de dos jóvenes afectados, directamente, por una situación familiar que marcó desgarradoramente sus vidas, Amilcar Salatti, guionista de la multipremiada película cubana Esteban, Inocencia y además coguionista de varias series televisivas cubanas, como Zoológico, UNO, Patrulla 444, Latidos compartidos y De amores y esperanzas, muestra en el telefilme Pasos firmes, dirigido por Joel Infante, sendas historias despojadas de cualquier metáfora simplista y nos adentra a hurgar en aquellos pasajes vividos y latentes en algún lugar de penumbras, en nuestras vidas.

Pasos firmes expone las aspiraciones de un atleta paralímpico (Gustavo, encarnado por el actor Víctor Alfredo Cruz Fernández), ciego, y un joven guía (Dany, encarnado por Omar González), sin entrenamiento para competencias, y proveniente de una vida de supervivencia en la cual busca la peor de las alternativas: delinquir, nos sumerge en este drama deportivo en el cual, como espectadores, apreciamos que no se trata de un guión trillado por la extensa filmografía de este género y vemos cómo nos convierte en parte del equipo con el cual deberán enfrentar, ambos personajes, un puesto en las olimpiadas.

La trama, contada sin cortapisas, apoyada en actuaciones de una altísima complejidad histriónica, debido a la dinámica de este filme de medio metraje, pudo llevarse a buen término por la cuidadosa selección de actores, esta vez en papeles secundarios, como Patricio Wood, Luis Carrere y Jorge Martínez, quienes nos llevan a descubrir las interioridades que demuestran la capacidad del ser humano para enfrentar situaciones extremas determinantes en el futuro de sus vidas.

Una vez más, el espacio Una calle, mil caminos, de Cubavisión, canal de la Televisión Cubana, los sábados vespertinos, nos permite detenernos a reflexionar en cuánto podemos hacer para contribuir a que otros cumplan sus sueños o que dejamos al supuesto azar, cuando somos capaces de mirar hacia el otro lado como si todo en derredor no fuera más que attrezzo. La realidad no solo está afuera, sino dentro de nosotros y podemos transformarla y hasta hacerla mejor, para los otros.