El histórico liceo artístico y literario de Guanabacoa, otrora Casa de la Cultura Rita Montaner, celebra a través de su boletín correspondiente al presente mes, el aniversario 120 del natalicio de la reconocida artista cubana que la nombra.

Isaac Ramírez, metodólogo de Patrimonio Cultural Inmaterial de Guanabacoa, publicó a modo de homenaje un texto biográfico sobre esta gloria de la cultura cubana, cantante soprano de impresionante voz y notable pianista concertista.

Nacida como Rita Aurelia Fulceda Montaner y Facenda, fue hija de padres naturales de Guanabacoa, heredó de su mamá la belleza física, así como la inclinación por la música, y del padre el carácter, entre otros atributos, detalló Ramírez. Comenzó sus estudios de piano a los cuatro años, lo que la unió a quienes fueran sus amigos cercanos: el compositor y músico guanabacoense Ernesto Lecuona, e Ignacio Villa, al que bautizó artísticamente como Bola de Nieve.

Dueña de una singular belleza criolla, carisma e inteligencia, fue la gran revelación de una época, por sus dotes artísticas y arrolladora personalidad; siendo una intérprete muy difícil de igualar; dotada a su vez de un sentido rítmico fenomenal, manejándose con garbo y soltura, agregó.

Explicó, además, que Rita se dedicó a la ópera, la zarzuela, la música popular cubana, el cine, el teatro, la radio y la televisión, y que capaz de solfear como pocos, tenía un instinto particular para añadir de lo suyo a cualquier melodía. Incursionó como compositora para melodías del género popular, a las alturas de 1929 contaba con cuatro obras: En tu boca (tango canción) Así eres tú (bolero), Arrolla (comparsa) y Ma Isabel (tango africano).

Fue considerada como uno de los registros más auténticos en el género del son, pero su consagración artística arribó con la zarzuela Cecilia Valdés, del maestro Gonzalo Roig, al interpretar el rol protagónico en la zarzuela, bajo la dirección del propio maestro.

Rita Montaner fue, además, y este es otro aspecto insuficientemente abordado, una artista de vanguardia política, a la altura de la época y del rol social que le tocó vivir, afirmó Ramírez.