Una vez más la telenovela cubana sube un escalón de referencia entre las series que se proyectan en los espacios estelares de la Televisión Cubana. Nohemí Cartaya, directora, en su primera salida al ruedo convence de su capacidad para atrapar en cada uno de los capítulos (83) hasta el momento emitidos, con una duración de 45 minutos en los cuales el espectador descubre la proyección de historias ya contadas, pero desde una perspectiva que lo implica en la inevitable relación de la familia cubana, caracterizada no solo por las cuestiones de identidad, sino por la convivencia generacional bajo un mismo techo.
Para este propósito el hilo de araña tejido en cada una de las historias logra un punto a favor en la manera de concebir El rostro de los días, de una forma diferente a la utilizada en las producciones brasileras (el exponente más competitivo y tradicionalmente consumido por nuestra teleaudiencia), por ejemplo. En el caso de las foráneas se graban por parte, o sea se construyen o deconstruyen, de acuerdo con los niveles de aceptación, entre otros factores. Las del patio, deben grabarse de punta a cabo, porque no existen las condiciones ni recursos para hacerlo diferente. Se filma por set y después de completadas las posibles escenas, es que se continúa al otro capítulo.

Sin embargo, lo notable es el impacto causado en un público que aprendió a consumir este tipo de producciones de ocio, con el particular de una propuesta para meditar quiénes somos y por qué así actuamos en cuanto a la paternidad y la maternidad como factores complementarios, en una sociedad cada vez más preparada para advertir las consecuencias de actitudes incompatibles con el deseo de formar una familia.
La investigación realizada por Ángel Luis Martínez Rodríguez, quien redactó el argumento de un guion escrito por Cartaya junto a Sergei Svoboda, permiten insertarnos en una travesía con referentes de nuestras propias vidas, en las actuaciones de un núcleo de actores –prefiero no mencionar nombres- en los cuales ni siquiera un gesto queda al azar. Todos, sin excepción, sobrepasan la puesta en escena sin interferencias, cumplidos, banalidades o sobreactuaciones, incluso –sin ánimo de exagerar- la interpretación consecuente lograda por los niños.
Segundas lecturas de historias contadas bajo la piel de El rostro de los días, nos convidan a mirar desde adentro y responder al silencio cómplice que nos deja algún que otro momento, en el cual logramos la respuesta a las consecuencias de nuestros miedos y el aliento para marcar el derrotero de nuestras vidas.
Las actuaciones de los niños en mi opinión son unas de las peores cosas que visto en la televisión últimamente. Niños encartonados, incoloros, con la de niños que hay por ejemplo en La Colmenita, que parecen haber nacido para actuar, y fueron a seleccionar a los mas inexpresivos! Excusenme pero ese es mi criterio!
Marga No comparto su criterio pero se lo respeto, créame. Opino que los niños de la novela lo hacen lo mejor que saben y pueden. Mis respetos para ese elenco, incluyendo los infantes
Esta propuesta la tiene difícil, puesto que su antecesora resulto muy buena y toco un tema muy importante en estos días que es la educación y la forma en la que se imparte. Pero la actual propuesta toca un tema sensible, la infertilidad, el embarazo en la adolescencia y posterior abandono de un niño y las marcas que dejan en la vida, pero sobre todo los anhelos. LOS FELICITO no puedo verlos siempre, pero les aseguro que, si no fuera una admiradora de Deysi Granados y Edwin, realmente no sé si los perseguiría por toda la capital y acudiría a una casa de la mujer y la familia para que apoyara a Sara con su hermano antisocial y a la familia de esa abuela dominante, rencorosa y antifamiliar con un amor enfermizo y autodestructivo. Gracias uno puede distraerse y reflexionar espero un final a la altura de tan grandes actores hasta los más jóvenes son excelentes, profesores tienen, nuevamente FELICIDADES.
Hace varios días quería buscar la forma y el sitio para poder agradecer y felicitar a la directora de esta novela cubana El Rostro de los Días, (Noemy Cartaya) por que a la verdad que me ha enamorado su novela, pues las historias son reales y el elenco es maravilloso, empezando por Deisy Granados y Denys Ramos (que para mi, aún sigue siendo Shidarta), felicidades muchos éxitos a todos. Buen elenco, vivo orgullosa de mis artistas cubanos.