Una vez más un pulsar electrónico es el conductor intermedio entre el entrevistado y el periodista, especialmente en tiempos que la pandemia COVID-19 obliga a permanecer en casa; sin embargo, no puede vencer el espíritu creador de los artistas quienes, como Cristopher Simpson, apuestan por la continuidad de su obra, verdadera expresión del arte para alcanzar a su público.

Foto: Cortesía del entrevistado

¿Cómo afecta y cambia la vida de un artista y sus proyectos una situación como la que estamos pasando con la COVID-19 en Cuba?

—Hay que tener en cuenta que la situación que tenemos en el país la tiene el mundo, prácticamente en su totalidad; el nivel de afectación es muy alto, porque si bien la función de los artistas y -en especial de los músicos- es comunicar, deben encontrar los medios para hacerlo. No solo hago referencia a los CD, divulgación digital, la Televisión y la Radio.

“Los artistas precisamos, en muchos casos los músicos, de los escenarios concebidos en centros nocturnos, festivales, estadios, tarimas y bares, donde además obtenemos ganancias que permiten costear los recursos necesarios para otras presentaciones y obtener un salario para vivir.

“Ahora mismo todo está detenido, incluso contratos internacionales, debido a lo que hablábamos anteriormente. Esto conlleva un proceso de restructuración en la vida de los artistas, pues debemos buscar una nueva plataforma para visibilizar nuestro material y de llegar a todos, aunque el problema económico no se resuelva de igual manera.

“Aparte de esto, hay otro componente de afectación que se refiere al cambio de prioridades sociales y esto impacta al artista, exigiendo un arte más aterrizado y contextualizado, ya que es imposible enajenarse de la realidad. De esta manera aportamos el mensaje desde nuestra subjetividad”.

¿Cuáles estrategias y acciones alternativas han tomado para continuar brindando su arte al público que los sigue?

—Gracias a los avances tecnológicos y la internet existen plataformas de carácter promocional dentro de las redes sociales, sitios de streaming, páginas webs, entre otros.

“Los músicos cubanos (en su criterio), recién iniciados en la revolución de los datos móviles, vamos dando pasos gigantes en este mundo digital; y hemos hecho nuestros muchos de estos espacios, transmitiendo conciertos online y en directo, haciendo música a distancia, creando listas de reproducción para nuestros seguidores, aprendiendo a editar videos y subirlos, creando canales propios en YouTube, practicando hobbies como el arte culinario, etcétera. Es una buena forma de adaptarse y de seguir codo con codo con el gran público a solo un clic de distancia”.

Sobre el nuevo video clip estrenado, ¿cuáles fueron las ideas de inspiración?

—El estar conectados con el contexto es muy importante, como decía. Dada la situación actual de nuestro país y del mundo en general ante un peligro tan grande, y que, además, puede sacar lo mejor o lo peor de cada uno, siento que nuestro deber y compromiso con la sociedad en este momento es buscar lo mejor en las personas y darles una guía para su alma. Así nace Latiendo.

Cuéntanos sobre el proceso, el equipo de realización y tus expectativas para este material audiovisual.

—Desde el comienzo todo resultó espontáneo: un proceso que duró cuatro días de principio a fin. Fuimos un gran equipo de amigos que desde la distancia cada uno aportó lo necesario. En la cámara me asistió Daniela Valdés, que además de ser mi compañera en la vida amorosa es músico en la agrupación que dirijo: Elevación. La composición, grabación, arreglo y edición de la canción, al igual que la dirección y edición del video los hice yo.

“Los demás participantes me fueron enviando sus videos y pistas de audio a través de Whatsapp, Telegram y Google Drive. La respuesta a esta iniciativa fue inmediata y comprometida, por lo cual creo justo mencionarlos a todos y comienzo por los miembros de mi banda Elevación que siempre están apoyándome y siguiéndome en cada travesía:

“Daniela Valdés, Jorge Sáenz, Luis Cesar Chacón, Gabriel Pérez, Andy García Calaña y Francisco Jv. Meynardier. De los músicos invitados están los violinistas: Ana Caridad Frómeta, Jose Luis Rubio, Hansel Pérez, Lizzy Yodú, Diana Gutiérrez y José Ernesto González. En los teclados Augusto Estévez y Emanuel Travieso, en la percusión y palmadas Lester Domínguez, Kamila Alarcón y Alejandro Pérez, en el contrabajo Rafael Aquino, en la guitarra Lázaro Valdés, además de los cantautores Annie Garcés, Jan Cruz, Mauricio Figueiral y Ángel Lorenzo.

“Pretendemos que esta canción sea un himno de unidad y esperanza para todos los que la escuchen y un llamado de amor. Es la única manera de sobrevivir, a veces hay que desnudar el alma y sacar lo que se tiene por esencia. La situación lo exige”.

Proyectos futuros y mensaje para tus seguidores.

—A pesar de la situación que vivimos hoy, me atrevo a decir que el futuro es esperanzador: tenemos en producción nuestro segundo disco titulado #fresa, el cual planeamos estrenar a finales de año. De esta manera se presentará una nueva cara de Christopher Simpson, un servidor, como productor y a cargo de una banda musical, además de los invitados que estarán presentes en el mismo.

“Mientras tanto debemos seguir creando, meditando, amando, creciendo y preparándonos para cuando esto termine nos podamos ver en los grandes escenarios, en la calle, cines y bares. El arte sana las heridas del alma. Yo, como artista, estoy comprometido con mi causa y siempre estaré para el que lo necesite”.