Todo comenzó con el interés de mostrar la caligrafía japonesa a nuevas generaciones nacidos de la diáspora de su país. Luego esta corriente arrastraría a Ryuho Hamano para crear sus piezas, hasta llegar a La Habana la muestra Vientos del Japón.

Nombres de inmigrantes del país asiático dibujadas en las obras cilíndricas del suelo representan a quienes llegaron a Hawai, la primera ola de inmigración desde Japón.
El espacio es habitado por olores y sensaciones, la tinta aún húmeda contagia el espíritu de una muestra única, diseñada especialmente para la galería.

La poesía japonesa y el amor también inspiraron al artista en su afán de regalarle a la ciudad maravilla un poco de la esencia de su país. Pareciera que dichos vientos del Japón, de forma ocurrente, arrastraron a Ryuho Hamano desde su última exposición en la hermana nación de Argentina hasta Cuba.

La muestra quedó inaugurada con una demostración del artista al público en el salón Alejo Carpentier, del tercer piso del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso y estará hasta el 29 de marzo para el disfrute de los capitalinos.
