Alicia Leal (Sancti Spíritus, 1957), pintora, dibujante, ceramista y fotógrafa, en sus más de tres décadas de imparable labor entre formas y colores ha conseguido que sus obras representen un sentimiento, una mirada a lo puramente cubano-caribeño, porque son puertas que se abren a lo nuestro en dimensión pictórica, y lo logra a través de la espontaneidad del trazo justo que toca las raíces, las venas de la nacionalidad… En esta ocasión refleja, a través de la mujer, La Habana que acaba de cumplir sus primeros 500 años de vida.

Bajo el sugestivo título Las lenguas de las hojas no murmuran de nadie, reúne en la galería transitoria del Museo de Arte Colonial (San Ignacio no. 61, Plaza de la Catedral), un conjunto de obras: collages sobre tela, cartulina y madera…, en los que reúne con toda la magia/belleza de la creación y de su talento, pedazos y fragmentos de vida: papeles de periódicos, postales, flores, cuentas de collares, fotos antiguas, telas… y un sinfín de objetos relacionados con la cubania para armar estas piezas que son un canto a nuestra nacionalidad, y, en particular al espíritu de la mujer. Con el lenguaje de la ciudad y sus gentes, en estos diminutos poemas de vida y de disímil filiación, construye una obra donde el rasgo del dibujo capta el dinamismo y la sensualidad de la vida en la Isla y por qué no de la historia. Penetrar en lo que no se ve a simple vista, ver más allá, es su más acuciante anhelo creativo. La artista -graduada de San Alejandro en 1980-, en sus recientes trabajos entrega un potente lente para hacernos cómplices de sus visiones pictóricas.
En las piezas de esta muestra, cuyo título parte de una estrofa de l poema Los árboles, de Fina García Marruz, se advierte una larga meditación y una paciente ejecución. Se advierte porque ese habitual esmero de la pintora hacia el procedimiento, hacia la obra bien hecha, alcanza en estos cuadros una plenitud que nos hace olvidar sus pretextos de siempre. Su pintura -que ha alcanzado la madurez-, es de una realidad íntima, a veces, ajena incluso a la realidad real (pese al realismo de sus figuras u objetos), nace de una introspección lírica, de un estado de ánimo permanente. Porque Alicia Leal es una artista 'inspirada' que trasmite sus recuerdos/vivencias, en esos fondos familiares, en los que el contemplador está de visita, y al mismo tiempo se siente subyugado y próximo al ambiente, a los personajes... El aliento 'ingenuo' de sus creaciones violenta las barreras entre lo culto y lo popular para poner en crisis definiciones anquilosadas que limitan la expresión y libertad creativa.

Luz en donde estuvo el sueño, …que sepa bordar, que sepa coser…, Milagros de las paradojas, En la tela de la araña tur preguntas…, los títulos de sus creaciones nos entregan claves para desandar la muestra, donde la mujer es protagonista de estas historias realizadas con formas y maneras de hacer del universo femenino, ella crea tensión en la figura como producto de un dibujo perfectamente realizado y de contornos insinuados. La prolongación del trazo y el clima pictórico que lo rodea, sugieren la presencia de múltiples personajes o de uno solo en pleno impulso. Una sucesión de imágenes llegadas por diferentes vías a las piezas, del diario bregar, sugestiva y amorosamente enlazados, a veces con tintes surrealistas pero creíbles, va narrando el espíritu de fiesta y alegría, como una invitación a participar de ellas. Es, en una palabra, en el rasgo del dibujo personal, donde capta el dinamismo y la sensualidad de lo cubano.
Alicia Leal es una de las creadoras más importantes del espectro cultural cubano en la actualidad. Tiene a su haber mas de 160 exposiciones colectivas y 30 personales. Su obra forma parte de la colección permanente del Museo Nacional de Bellas Artes y el Consejo Nacional de las Artes Plásticas (La Habana, Cuba), de la embajada de España en la ONU (Nueva York, Estados Unidos) y en The National Gallery of Jamaica. Su obra es reconocida en Europa, Estados Unidos y América Latina.