La cantata que, como parte de las celebraciones por el Aniversario 500 de la Ciudad Maravilla fue suspendida el pasado 15 de noviembre, este miércoles sí no pudo ser impedida por la lluvia. En Cantares por La Habana se alzaron las voces en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, en un espectáculo que, luego de ocho meses de intenso proceso creativo, llegó a su cúspide con la exquisita dirección musical de Jorge Aragón, bajo la dirección de Rolando Almirante.

Abrió la gala el Poema sinfónico 500, interpretado por la Orquesta Sinfónica del Lyceum de La Habana, la ScholaCantorum Coralina, Exaudi y el Coro de Cámara de la Universidad de las Artes (ISA). Le siguió una magnífica selección de canciones dedicadas a la urbe cubana como Hermosa Habana, escrita por Rolando Vergara e inmortalizada por Los Zafiros, en una versión de Israel Rojas (Buena Fe).

No podía faltar la melodía y a veces incomprendida letra de Habáname, de Carlos Varela en la dulce y potente voz de Luna Manzanares. También Xiomara Laugart nos regaló su ya mítica interpretación de Hoy mi Habana, del autor José Antonio Quesada. Cerraron la noche las Sábanas blancas, de Gerardo Alfonso Alfonso y el cubanísimo Ave María por La Habana, de José María Vitier, quien además estuvo al piano, en la voz de Bárbara Llanes.

Sin duda, una cantata de lujo donde la música fue templo para adorar a La Habana, pues se cantó en vivo, con pasión e inmenso respeto haciendo que la magia se deslizara desde la magnífica lámpara del Gran Teatro para habitar la mente de los presentes. Una velada casi onírica que develó melodías para sembrarlas en azul ilusión que hoy atesora como divino presente nuestra ciudad.