Nuevas luces para la obra de Flora Fong

El patio de tantas tardes llenas de luz y enseñanzas en el Museo Municipal de Playa se engrandece esta vez con la presencia Flora Fong. Hasta allí llegó esa ilustre de las artes plásticas contemporánea en Cuba para celebrar su cumpleaños setenta, y qué mejor que hacerlo rodeada de niños y niñas deseosos de agasajarla.

Despojada de protocolos, y con la sencillez que la caracteriza en su vida cotidiana, interactuó con los escolares que cursan el séptimo grado en el grupo 4 de la secundaria básica Jesús Menéndez de la localidad, quienes conocieron de su inclinación por la pintura desde muy pequeña, el arribo a La Habana desde el natal Camagüey con 17 años, su paso por la capitalina Escuela Nacional de Arte donde hizo tantos amigos, y de cuánto sacrificio entraña esta carrera.

Les confesó de sus inspiraciones, del apego al follaje, las palmas, el mar, el agua, en fin, a la naturaleza de su isla caribeña; también del respeto a la herencia de la cultura china por la línea paterna.

Y se le vio feliz, muy feliz, con la iniciativa del museo, bajo la certera guía de la especialista Teresita Labarca, atenta a cada uno de los detalles que delinearon esta jornada inolvidable, entre cuyos momentos figuró la apertura de una muestra contentiva de varias creaciones hechas por la pintora, acompañadas de dos obras de sus hijos Li y Liang Domínguez Fong, así como elementos que realzan la trayectoria de la artista, declarada Hija Ilustre de la ciudad de Camagüey. Esta será exhibida hasta el mes de diciembre en una de las salas de la institución, sita en la calle 13 entre 60 y 62, en Playa.

Los alumnos, acompañados de profesores de su escuela, disfrutaron atentos las explicaciones sobre los significados de cada trazo en aquellas piezas pletóricas de variedad cromática. Parecía una clase impartida por esta cubana universal, distinguida con el premio Maestro de Juventudes, quien minutos antes se sintió muy agradecida con el libro que le obsequiara el estudiante Jean Carlos Miyar Vázquez, y con el cuadro confeccionado por sus compañeritos de aula Yosbel Lázaro Puig y Alejandra Melchor Suárez, a base de semillas y otros elementos de la naturaleza.

–Es algo sencillo–, le dijo Yosbel, y ella lo corrigió al recordarle cómo desde lo pequeño podemos hallar la grandeza… como le sucedió a esta tarde, para muchos mágica, en el patio del Museo de Playa, colmado de nuevas luces y momentos inspiradores en la obra de Flora Fong.