Pareciera que renace un género preterido por la televisión nacional. Luego de varios intentos más o menos cercanos a la expectativa de los televidentes, pero que finalmente no cuajaban, llega Entrega, dirigida por Alberto Luberta, quien es reconocido por la crítica y el público luego de LCB, la otra guerra, merecedora del Gran Premio Caracol.

Entrega, a pesar de su corto tiempo en pantalla ya cosecha buenos comentarios y la aceptación de no pocos, con un elenco compuesto por jóvenes talentos y otros consagrados entre los que destacan Ray Cruz, Patricio Wood, Jorge Martínez, Hilario Peña, Verónica Lyn, entre otros. Las actuaciones se han caracterizado por su naturalidad y carisma; cada personaje enamora o molesta por derecho propio. 

Foto: Tribuna de La Habana

Cual histriónico lienzo, Entrega descubre que los trazos, tonos y claroscuros mantienen el ritmo, continuidad y belleza necesarios. Se distingue a leguas la pertinaz dirección de actores del maestro Osvaldo Doimeadiós, quien acopla los diversos registros de cada intérprete a la medida de la pieza melodramática.

El guion de Amílcar Salatti (Inocencia), pareciera retratar es-tampas capitalinas contemporáneas sin excederse en coloretes, ni ruinas. Desde lo textual apuesta por la intriga, con toques de comedia y una intensa mirada a la realidad. Maestros y sus conflictos, cuentapropistas, adolescentes en la efervescencia de la edad, importantes reflexiones sobre, por ejemplo, el dinero sobre la realización personal o los estigmas de diferentes oficios en la Cuba de hoy, trata sin tapujos.

Otros derroteros imprescindibles para el éxito son, sin dudas, la Dirección de Arte de Tony Quiñones y la Música de Kiki Corona, conjunto que valida a Entrega como un producto pensado, sentido; hecho con alma y corazón. Banda sonora y visualidad van de la mano reconstruyendo imágenes para dialogar con los televidentes sobre situaciones cotidianas desde otro punto de vista.

La novela cuenta con 72 capítulos con los que su equipo pretende cambiar el rumbo del género para bien. Me parece acertada la selección de exteriores que si bien no inquiere en dibujar una Habana típica o cliché, sí se desliza por variadas aristas de su carácter único y cosmopolita.

Mucho nos queda aún por disfrutar con Entrega. Esperemos que con los días y las semanas aumente la calidad lograda hasta el momento sin caer en lugares comunes y vicios de pasadas propuestas. Sin apelar a las comparaciones, la nueva novela llega para superar expectativas y poner el listón alto.